Resident Evil 4 se puede resumir en una sola frase: el placer de jugar. Ya que esto es lo que es la gran obra de Shinji Mikami... Un juego que se disfruta de principio a fin, en el cual no encontrarás ni un segundo de aburrimiento, y que te sorprende a cada paso que das. Lo mejor, sin duda, es la enorme variedad de situaciones que propone el juego, todas ellas entrelazadas con una naturalidad pasmosa.
Jugabilidad e historia:
Sin apenas darte cuenta pasas de matar aldeanos con extraño acento sudamericano en un pueblo español a manejar una lancha en un lago, a aniquilar enemigos a bordo de una vagoneta, resolver algún puzzle realmente ingenioso, enfrentarte a un gigante que intenta aplastarte, sortear alguna sorpresa desagradable mediante un QTE, resolver algún problema con la ayuda de Ashley... ¡Todo ello en menos de una hora! Y ese es el ritmo constante durante las 20 horas más o menos ( a mí me llevó 22) que dura el juego. ¡Brutal!
Una vez que lo acabamos, y nos paramos a pensar por la cantidad de situaciones que hemos pasado, la gran variedad de los escenarios, el inagotable surtido de enemigos a los que nos hemos enfrentado... No podemos sino rendirnos ante el mastodóntico trabajo jugable realizado con Resident Evil 4, con el cual Mikami y compañía insuflaron aire fresco a un género, el del Survival Horror, que estaba dando signos de agotamiento a mediados de la década pasada.
Más espectacular, más jugable, más frenético, con un sistema de disparos mucho más pulido (pese a sus fallos) y más asequible pese a mantener las señas de identidad de la saga.
Como puntos negativos, el hecho de que no podamos movernos mientras disparamos lastra el sistema de combate en algunos puntos, al igual que el engorroso sistema del maletín para cambiar de armas. Cierto que esto es más o menos una seña de identidad de la saga, pero para un juego tan rápido y frenético como Resident Evil 4, resulta un tanto lento.
La historia es tan psicotrónica y farragosa como suele ser habitual en cualquier Resident Evil que se precie, pero cumple sobradamente como vehículo para la enorme contenido jugable que se nos ofrece.
Apartado visual y sonoro:
Capcom lo dio todo en la adaptación de esta bestia gráfica en Game Cube para la más modesta Play Station 2. Y pese a que el resultado quedaba algo por debajo, sigue siendo uno de los juegos más vistosos jamás aparecidos para la consola de sexta generación de Sony.
A destacar la excelente dirección artística y gran trabajo en texturas que permiten que en ningún momento tengamos sensación de repetición en los escenarios. Así mismo, las animaciones de los protagonistas y enemigos rayaban a un nivel altísimo. Se echa en falta algo más de gore, pero tampoco nos vamos a quejar.
Sin embargo resulta un tanto vengonzante el doblaje de los enemigos... No creo que una acento parecido exista en ningún lugar de España, y sin duda le resta algo de calidad al por otro lado excelente apartado sonoro del título.
Conclusiones:
Pero en definitiva, Resident Evil 4 fue un juego que me dejó maravillado... Creo que aún hoy en día es difícil encontrar una aventura que aún manteniendo sus sabor clásico, sea tan completa, y divertida como esta. Hay mucha acción, algo de terror, una ambientación soberbia, posee una gran duración, un apartado técnico asombroso para ser de PS2... ¿Qué más se puede pedir? Absolutamente imprescindible para cualquiera que se considere aficionado a los videojuegos, en defintiva.
Calificación: *****