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sábado, 11 de marzo de 2017

Análisis/Review: Killzone (PS2, 2004) Un juego devorado por su propia ambición.

Todavía recuerdo como hace más de trece años desde Sony se nos aseguraba que Killzone iba a ser el Halo-killer que todos estábamos esperando. Para ello no paraban de ponernos los dientes largos con capturas espectaculares, promesas de una inteligencia artificial fuera de lo común y una jugabilidad compleja, moderna y variada.

Y aunque Killzone está lejos de ser un desastre, no fue ni mucho menos ese gran shooter que los usuarios de PS2 estábamos esperando.

Veamos qué fue lo que falló.



Jugabilidad e historia:

Killzone nos presenta una ambientación muy potente, con un conflicto bélico a escala interplanetaria
que nos plantea unas posibilidades y ramificaciones espectaculares. Sin embargo, poco a poco vamos descubriendo que el argumento se basa en poco más que llegar a un objetivo concreto y que tanto el protagonista como sus acompañantes son personajes planos y sin gracia alguna, salvo honrosas excepciones como el rol que aparece en la captura de la derecha.

De ese modo vemos como el rico universo creado para el juego se ve en gran parte desaprovechado por culpa de unos guionistas que no estuvieron a la altura.

Sin embargo, esto podría haberse salvado con una jugabilidad lo suficientemente solvente... Que desgraciadamente se ve empañada por una inteligencia artificial enemiga tirando a mediocre y una tremenda repetición de situaciones que harán que a mitad de campaña estemos deseando terminar. Ni el uso de torretas ni otras artimañas jugables similares consiguieron paliar el tedio que desprendía el juego, el cual prometía algo muy diferente.


Apartado visual y sonoro:

Aquí es quizá donde Killzone destaca en cierta forma sobre la gran mayoría de shooters en primera persona de PS2. Sin embargo, peca de demasiado ambicioso ya que a cambio de los detallados modelados de personajes y buen trabajo en cuanto a texturas, nos encontramos con un frame rate inestable que no le hace ningún favor a la jugabilidad. Y todo ello para no llegar ni de lejos a la excelencia de los Halo de Xbox, que era lo que se pretendía.

Sin embargo el título nos dejó unos buenos detalles visuales como las animaciones del protagonista a la hora de subir escaleras y acciones parecidas que le dieron un aire bastante moderno y que marcaría en cierto modo el camino a seguir por los juegos en primera persona de la siguiente generación.

En cuanto a sonido el juego la verdad es que juego se escucha realmente bien, con unos efectos contundentes que denotan los altos valores de producción que posee. De lo mejor de todo el programa. No se puede decir sin embargo lo mismo de la música, que es más bien olvidable.


Conclusiones:

Killzone fue un título devorado por su propia ambición. Las limitaciones técnicas de PS2 impidieron mostrar todo lo que Guerrilla pretendía, y la propia inexperiencia del estudio terminó pasando factura en el plano jugablo, quedando un título bastante soso y poco impactante pese a su gran premisa argumental.

Pese a todo, si te interesa la franquicia te recomiendo que lo pruebes. Al fin y al cabo hay shooters mucho peores en la máquina de Sony.


Calificación:  8


jueves, 7 de abril de 2016

Análisis/Review: Resident Evil 4 (PS2, 2005) Aniquilar garrulos españoles resulta apasionante.

Resident Evil 4 se puede resumir en una sola frase: el placer de jugar.  Ya que esto es lo que es la gran obra de Shinji Mikami... Un juego que se disfruta de principio a fin, en el cual no encontrarás ni un segundo de aburrimiento, y que te sorprende a cada paso que das.  Lo mejor, sin duda, es la enorme variedad de situaciones que propone el juego, todas ellas entrelazadas con una naturalidad pasmosa.
Jugabilidad e historia: 
Sin apenas darte cuenta pasas de matar aldeanos con extraño acento sudamericano en un pueblo español a manejar una lancha en un lago, a aniquilar enemigos a bordo de una vagoneta, resolver algún puzzle realmente ingenioso, enfrentarte a un gigante que intenta aplastarte, sortear alguna sorpresa desagradable mediante un QTE, resolver algún problema con la ayuda de Ashley... ¡Todo ello en menos de una hora! Y ese es el ritmo constante durante las 20 horas más o menos ( a mí me llevó 22) que dura el juego. ¡Brutal! 
Una vez que lo acabamos, y nos paramos a pensar por la cantidad de situaciones que hemos pasado, la gran variedad de los escenarios, el inagotable surtido de enemigos a los que nos hemos enfrentado... No podemos sino rendirnos ante el mastodóntico trabajo jugable realizado con Resident Evil 4, con el cual Mikami y compañía insuflaron aire fresco a un género, el del Survival Horror, que estaba dando signos de agotamiento a mediados de la década pasada. 
Más espectacular, más jugable, más frenético, con un sistema de disparos mucho más pulido (pese a sus fallos) y más asequible pese a mantener las señas de identidad de la saga. 
Como puntos negativos, el hecho de que no podamos movernos mientras disparamos lastra el sistema de combate en algunos puntos, al igual que el engorroso sistema del maletín para cambiar de armas. Cierto que esto es más o menos una seña de identidad de la saga, pero para un juego tan rápido y frenético como Resident Evil 4, resulta un tanto lento. 
La historia es tan psicotrónica y farragosa como suele ser habitual en cualquier Resident Evil que se precie, pero cumple sobradamente como vehículo para la enorme contenido jugable que se nos ofrece. 
Apartado visual y sonoro: 
Capcom lo dio todo en la adaptación de esta bestia gráfica en Game Cube para la más modesta Play Station 2. Y pese a que el resultado quedaba algo por debajo, sigue siendo uno de los juegos más vistosos jamás aparecidos para la consola de sexta generación de Sony. 
A destacar la excelente dirección artística y gran trabajo en texturas que permiten que en ningún momento tengamos sensación de repetición en los escenarios. Así mismo, las animaciones de los protagonistas y enemigos rayaban a un nivel altísimo. Se echa en falta algo más de gore, pero tampoco nos vamos a quejar. 
Sin embargo resulta un tanto vengonzante el doblaje de los enemigos... No creo que una acento parecido exista en ningún lugar de España, y sin duda le resta algo de calidad al por otro lado excelente apartado sonoro del título. 

Conclusiones: 
Pero en definitiva, Resident Evil 4 fue un juego que me dejó maravillado... Creo que aún hoy en día es difícil encontrar una aventura que aún manteniendo sus sabor clásico, sea tan completa, y divertida como esta. Hay mucha acción, algo de terror, una ambientación soberbia, posee una gran duración, un apartado técnico asombroso para ser de PS2... ¿Qué más se puede pedir?  Absolutamente imprescindible para cualquiera que se considere aficionado a los videojuegos, en defintiva.

Calificación:  9

lunes, 28 de marzo de 2016

Análisis/Review: Red Dead Revolver (PS2, 2004) La saga Red Dead se estrena con buena puntería.

Red Dead Revolver es un shooter en tercera persona diferente y con personalidad.

Argumentalmente y estéticamente la obra de Rockstar se encuadra dentro de los cánones del western más violento, el que nos trajeron Sergio Leone y Sam Peckinpah, lo cual se ve reforzado con la sucia y cruel ambientación, así como con el gran parecido del personaje principal con Clint Eastwood, icono indiscutible del género.

Jugabilidad e historia:

Jugablemente  el estilo Rockstar queda patente en la gran variedad de situaciones y mecánicas que nos ofrece el título (aunque sin llegar al extremo de un Bully, por poner un ejemplo) y en la violencia gratuita de algunos pasajes, junto con ciertos personajes pasados de rosca marca de la casa.

Los tiroteos son intensos y divertidos. Y pese a que a la larga se hacen algo repetitivos no resultan pesados ya que están intercalados con secciones al más puro estilo Western que rompen con la monotonía. Destacar en este aspecto también el buen sistema de coberturas, que adelantó en cierto modo lo que Epic Games consiguieron en Gears of War. Salvando las distancias, claro está.

Apartado visual y sonoro:

Audiovisualmente brillan por encima del resto la buena y setentera banda sonora con clara inspiración en la obra del recientemente oscarizado Ennio Morricone y la estupenda recreación del sonido de las armas de la época. Los gráficos que cumplen sin alardes, y se echan en falta unas animaciones algo más fluidas, mayor nitidez y menos dientes de sierra, al menos en esta versión de PS2.

Conclusiones:

En cualquier caso si te atrae la estética del oeste lo más mínimo y te apetece probar un buen shooter en tercera persona con coberturas, duelos con pistola, diligencias y demás, no te puedes perder Red Dead Revolver. Un juego ni mucho menos perfecto y que tampoco deja una huella indeleble en el jugador, pero que te hará pasar un buen rato. 


Calificación: 7