Era de esperar que tras el éxito de la primera entrega Visceral Games y EA apostaran por una segunda parte, la cual sigue a pies juntillas el estilo de la precuela a la vez que añade más acción, algo más de variedad, adrenalina a raudales, localizaciones más espectaculares...
Y desgraciadamente menos terror. Esto no es algo necesariamente malo, pero sí una pequeña decepción para los que amamos el horror en tercera persona.
Jugabilidad e historia:
Dead Space 2 se controla y se juega prácticamente igual que Dead Space, por lo que no hay demasiados cambios en este aspecto. Salvo en las fases de gravedad cero, bastante más dinámicas y divertidas que lo que vimos a bordo del Ishimura.
Por lo demás tenemos un sistema de evolución del personaje prácticamente idéntico y un manejo de las armas muy similar. Si acaso Isaac Clarke se muestra un poco más ágil en esta secuela... Pero puede ser algo subjetivo debido al mayor ritmo general de la acción.
Los puzles siguen siendo anecdóticos, las luchas contra jefazos menos memorables y hay un aumento preocupante de los Quick Time Events.
Pero es en la historia es donde Dead Space 2 decide dar un valiente paso al frente al dotar a Isaac Clark de personalidad, ya que por fin deja de ser ese ingeniero misterioso y parco en palabras de la primera entrega.
Y aunque esto nos hace desviarnos algo del terror en mi opinión (el manejar a un personaje ambiguo y brutal siempre es un punto a favor, como en The Suffering) afortunadamente el personaje de Clarke está bien escrito, resulta muy carismático y otorga esa capa extra de profundidad que esta secuela necesitaba.
El argumento, sin ser nada del otro mundo, expande lo propuesto por Dead Space en la dirección adecuada y el guión acompaña bastante bien a la acción en todo momento, dejando algunos momentos para el recuerdo. No se ahorra en escenas guionizadas muy salvajes y prolijas en vísceras, lo cual siempre es de agradecer.
Apartado visual y sonoro:
El motor gráfico de El Padrino, propiedad de EA, luce igual de bien en esta segunda parte. Quizá se echan en falta más novedades en lo técnico, pero se compensa con una buena dirección artística, mayor variedad de escenarios y un buen diseño de criaturas (aunque con altibajos, ya que no todas convencen por igual)
Los efectos gore siguen siendo brutales y en general Dead Space 2 es incluso más crudo que su predecesor. Al igual que otros títulos como el más reciente Outlast se intenta suplir la falta de terror psicológico con casquería, funcionando sólo a medias.
Y es quizá el sonido uno de los principales responsables de la bajada de intensidad en cuanto a horror en esta segunda parte. Ya no hay tantas voces que susurran, ni tantos sonidos de ultratumba... Todo está más enfocado a la acción.
Tanto los efectos como la banda sonora son de primera, pero no impactan tanto como antaño. Una pequeña decepción para los aficionados más acérrimos al horror.
Conclusiones:
Dead Space 2 no presenta un ritmo tan bien medido como la primera parte, ni por supuesto resulta tan novedoso e impactante, pero no por ello deja de ser un juego muy notable. Sobresaliente incluso. El predominio de la acción en detrimento del terror es una mala noticia para los amantes del Survival Horror, pero al menos no tenemos ni un minuto de aburrimiento.
Hay suficientes escenas escalofriantes y tensión como para satisfacer a los que disfrutaron con la primera entrega, a la vez que los que lo encontraron demasiado lento y pesado se sentirán como en casa con esta más ágil y frenética segunda entrega, que además perfecciona mejora algunas mecánicas algo deficientes.
Y por supuesto, por fin tenemos a un Isaac Clarke con personalidad propia, carismático y para nada decepcionante como definitivo protagonista de la franquicia, que se consolidaría como tal en una mucho más rompedora a infravalorada tercera entrega.
Calificación: ****