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miércoles, 5 de abril de 2017

Análisis/Review: Call of Duty - Modern Warfare 2 (PC, 2009) Tiro al plato y mucha pirotecnia.

Tras el bombazo que supuso el primer Modern Warfare y el éxito de World at War, Infinity Ward volvió a dar en el clavo desde el punto de vista comercial con este Modern Warfare 2 que recupera parte de las virtudes del primero pero que en mi opinión no consigue alcanzar la gran calidad de su campaña ni aportar realmente nada nuevo o sorprendente.

Aquí nos encontramos con explosiones a raudales, un ritmo rápido, un estilo muy cinematográfico pero poca profundidad jugable, enemigos muy previsibles y una falta de libertad total que en ocasiones nos proporcionará la sensación de ir sobre raíles durante toda la (corta) campaña.
 
La sensación que queda al final es que has asistido a un espectáculo ciertamente vacío, como en las peores películas de Michael Bay (y que conste que es un director que me gusta bastante), en el que te marean con pirotecnia propia de una gran superproducción para dar la sensación de que no has visto nada igual, pero en la que finalmente los personajes, la historia y el trasfondo se resienten sin remedio.

Pero bueno, vayamos desgranando poco a poco lo que nos ofreció este Modern Warfare 2.


Jugabilidad e historia:

Como ya he indicado antes, Infinity Ward multiplicó los efectos especiales en esta secuela elevando la megalómana orientación de la acción hasta límites insospechados, pero perdiendo parte de la frescura por el camino. De ese modo tenemos secciones más cerradas que en la primera entrega, enemigos exactamente igual de imbéciles que se esconden detrás de coberturas y poco más, así como un intento de otorgar variedad al desarrollo con el uso de armas dirigidas y demás experimentos que funcionan de un modo un tanto irregular.

Al final nos encontramos un juego que en todo momento da la sensación de estar demasiado encorsetado, donde todo pasa porque tiene que pasar así independientemente de las acciones del jugador, en el que tus compañeros están de mera comparsa y donde la estrategia se resumen en intentar evitar los disparos de los enemigos y esperar que saquen la cabecita para regalarles el disparo en la cabeza de turno. Eso sí, todo bajo un envoltorio de frenetismo y espectacularidad tremendos... Pero que desgraciadamente esconde poco detrás, como ya he remarcado en la introducción.

En cuanto a historia, volvemos a encontrarnos la deslavazada narrativa típica de la saga que mientras que en las primeras entregas tenía más o menos sentido, en casos como este Modern Warfare 2 sólo aumenta la confusión y hace que no nos enganchemos en ningún momento a lo que se nos cuenta. Las relaciones con el primer juego son palpables en cuanto a personajes y enemigos, y eso es lo más atractivo.

Por lo demás, el hilo argumental es bastante olvidable... Y de hecho se olvida en un santiamén.


Apartado visual y sonoro:

Modern Warfare 2 es un juego que evoluciona el motor de Call of Duty 2 pero que al menos en PC
no ofrece una evolución demasiado palpable con respecto a aquél. Destacan algunos efectos de luz mejorados así como los efectos especiales en los que arden y se derrumban elementos del escenario... Aunque todo ello con nula interactividad. Los escenarios responden muy poco a las acciones del jugador, quedando en este aspecto el juego muy por debajo de lo visto en otros títulos coetáneos como Crysis o el propio Battlefield Bad Company.

El atronador sonido sí que destaca por encima de la media, ofreciéndonos un producción sonora de lujo. Lo mejor del título, como suele ser habitual en la saga Duty.

En cuanto a la banda sonora, nos encontramos al compositor Lorne Balfe que hace notar su papel de colaborador habitual de Hans Zimmer con una música contundente, rítmica y con ínfulas de blockbuster que sin ser de una calidad excelsa, al menos acompaña bien a la constante acción de la campaña. Lejos quedan los tiempos de las maravillosas partituras de las primeras entregas de la saga obra de grandes como Michael Giaccino o Graeme Revell, pero Balfe más o menos mantiene el tipo.
 

Conclusiones:

Modern Warfare 2 ofrece mucha pirotecnia, acción sin pausa y tiros a mansalva. Pero todo ello dentro de una jugabilidad muy rígida, que abusa descaradamente de scripts y que hace gala de una inteligencia artificial mediocre, restando todo ello gran parte de la diversión al juego. Es curioso ver cómo una campaña tan corta se termina haciendo pesada a partir de la mitad de la misma... Ese mérito hay que reconocérselo a Infinity Ward, sin duda.
 
Pero bueno, para echar unas cinco y seis horitas de desconexión, olvidándote de la historia y disparando enemigos que parecen patos de feria mientras todo explota a tu alrededor, la campaña de Modern Warfare 2 no está mal del todo. Aunque sea por la famosa fase "Nada de Ruso", que es sin duda lo mejor de todo el juego.

Para jugar y olvidar, sin más.


Calificación:  6





lunes, 13 de marzo de 2017

Análisis/Review: Call of Duty - World at War (PC, 2008) Acertado cruce entre lo clásico y lo actual.

Call of Duty: World at War es, hasta ahora, el último juego de la franquicia ambientado en la Segunda Guerra Mundial y como tal nos recuerda irremediablemente a las tres primeras entregas de la serie.
Sin embargo, el equipo de Treyarch supo recoger esta ambientación clásica de la saga y añadirle los elementos que hicieron triunfar a Modern Warfare, editado un año antes, con lo que consiguieron refrescar la fórmula y ofrecernos una campaña estimulante, divertida y espectacular.
No llegó al gran nivel de Call of Duty 2, pero se quedó cerca.


Jugabilidad e historia:

Este World at War no escatima en pirotecnia. Para nada. De hecho en ese sentido supera ampliamente a los otros tres juegos principales de la franquicia ambientados en el gran conflicto. Las explosiones, situaciones espectaculares y secciones que abusan de scripts son constantes.
Este tipo de acción heredada de Modern Warfare se suma a la experiencia acumulada por Treyarch con la expansión del Call of Duty original y con el exclusivo de consolas Call of Duty 3. Con ello tenemos una estimulante mezcla de dos estilos diferenciados pero complementaros de esta franquicia, lo que se traduce en una campaña frenética , muy divertida pero que no se olvida de ofrecernos buenos tiroteos masivos... Aunque demasiado corta.
Argumentalmente el juego vuelve a mostrarnos el esquema clásico de la saga con historias abiertas en varios frentes que simplemente cumplen. No hay mucho que comentar al respecto.


Apartado visual y sonoro:

En este apartado nos encontramos un juego bastante continuista con respecto a Modern Warfare, ya que es técnicamente idéntico si bien utiliza una paleta de colores algo más colorista a la vez que añade unos efectos de desmembramientos mucho más vistosos y espectaculares, donde los despedazamientos serán constantes para regocijo de los que gustamos de la casquería fina. ¡Bien por Treyarch!
En cuanto a efecto sonoros el juego vuelve a ser una auténtica maravilla, así como también nos regala un doblaje a al altura.
Musicalmente también es una delicia, ofreciendo algunas de las mejores partituras de toda la saga compuestas por el televisivo Sean Murray, que se encontró especialmente para la ocasión.


Conclusiones:

World at War no es el shooter que te cambiará la vida.  De hecho, no innova prácticamente en nada. Sin embargo atesora una campaña tan divertida como corta que sí proporciona multitud de momentos épicos y tiroteos lo suficientemente solventes como para dejar un buen recuerdo en el jugador.
No es de las entregas más recordadas de la franquicia, pero sí de las mejores que yo he jugado hasta la fecha.


Calificación: 7


Nota: este análisis es exclusivamente de la campaña para un jugador.

martes, 1 de noviembre de 2016

Análisis/Review: Call of Duty 4 - Modern Warfare (PC, 2007) Infinity Ward nos mostró la guerra moderna como nadie lo había hecho.

Una vez dada por terminada la etapa de la segunda guerra mundial con Call of Duty 2 y ceder la ambientación histórica a Treyarch, Infinity Ward se embarcó en la creación de un Call of Duty aún más ambicioso, capaz de retratar con fidelidad lo que sería la guerra moderna a la vez que nos ofrecía un multijugador mucho más profundo. 

Y creo que sobra decir que Infinity Ward triunfó en todos los aspectos, creando una de las mejores campañas que se recuerdan y presentando un modo online que si bien no fue revolucionario, sí que marcó el camino que se ha seguido durante casi una década desde su lanzamiento. 



Jugabilidad e historia:

Modern Warfare perfecciona y expande la frenética jugabilidad que Infinity Ward ya nos presentó en la campaña de Call of Duty 2, con una brutal sensación de estar en pleno conflicto así como unas mecánicas algo más variadas gracias a los numerosos gadgets que ofrece la guerra actual, tecnológicamente mucho más avanzada. 

A la hora de coger el teclado y el ratón las sensaciones son bastante familiares, nada ha cambiado demasiado. Pero sí que aumenta el ritmo narrativo, así como la variedad de escenarios, armamento y vehículos a utilizar. La campaña, dividida en niveles, nos ofrece muchos momentos para el recuerdo y supuso un pequeño punto y aparte en el mundo de los shooters bélicos, al incorporar un estilo mucho más cinematográfico y espectacular, con un fuerte hincapié en la pirotecnia y en los scripts, que si bien ya aparecía en Call of Duty 2, aquí se ve elevado a la máxima potencia. 

Desgraciadamente, la historia no acompaña a todo este alarde de jugabilidad y explosiones, ofreciéndonos un hilo narrativo ciertamente deslavazado, personajes que no se desarrollan y con los que es imposible empatizar cuyo único objetivo es derrocar al malo de turno, que es el nexo común de todos los frentes en los que se divide la acción. 

Es sin duda el aspecto más débil de todo el juego y que no mejoraría demasiado en entregas posteriores. 





Apartado visual y sonoro:

Modern Warfare utiliza el mismo motor que Call of Duty 2, pero mejorado para la ocasión. El aspecto es básicamente el mismo, sólo que aquí tenemos una iluminación algo más depurada y una destrucción de escenarios (no dinámica, sino por scripts) mayor. También podemos disfrutar en PC de unas texturas bien detalladas como se muestra en la imagen de la derecha y unos personajes que a día de hoy se muestran algo toscos, pero que dan el pego.

En el apartado sonoro volvemos a encontrar efectos sonoros apabullantes, que como suele ser habitual en la saga superan al apartado visual, así como un doblaje a nuestro idioma bastante correcto. 

Musicalmente poco que añadir.  Partitura funcional y correcta, pero sin alardes.

Conclusiones:

Ante todo, recordar de nuevo que este análisis es de la campaña. El multijugador lo probé en su día, pero al no ser demasiado aficionado al online prefiero no explayarme en mi opinión al respecto. 

En cualquier caso, en Modern Warfare nos encontramos con una campaña tan corta como trepidante, variada y llena de sorpresas, que si bien lo único que hace es tomar elementos ya vistos en las anteriores entregas de la saga (sobre todo la segunda) y reciclarlos para adaptarlos a un conflicto moderno, sí que innova lo suficiente como para sentirse fresca y atractiva. 

Lástima que la historia no acompañe en calidad a la jugabilidad y a la acción, ya que si eso fuera así estaríamos hablando de una campaña memorable. Aún así, merece la pena darle un tiento si todavía no lo has hecho, o ir directamente a por la versión remasterizada que se va a lanzar en breve junto a Infinite Warfare, la próxima entrega de la exitosa franquicia. 


Calificación:  7


jueves, 12 de mayo de 2016

Análisis/Review: Call of Duty 3 (PS3, 2006) La consolidación e Treyarch a los mandos de la guerra.

Tras su debut en la saga con la expansión para PC del título original, la destacable United Offensive, Treyarch se hizo cargo de su primer título principal de la saga con este Call of Duty 3.  Y lo hizo de una forma muy continuista con respecto a lo que Infinity Ward nos ofreció en el excelente Call of Duty 2.
Jugabilidad e historia:
El enfoque de la acción en la campaña es muy parecido y las situaciones varían más bien poco con respecto a lo ya visto en el anterior capítulo. Todavía la saga no había caído en el espectáculo algo vacío que comenzó con Modern Warfare, pero la falta de sorpresas jugables hace que esta tercera parte se haga aburrida en algunos tramos. 
Además, la versión de PS3 adolece de un control con el pad deficiente con un sistema de apuntado que dejaba bastante que desear. ¡Merece más la pena librarse de los enemigos a base de granadas! 
La historia dividida en varios frentes muestra ya signos de agotamiento y en esta entrega quizá más que en ninguna otra se presenta como un mero pretexto para la acción. La ambientación, sin embargo, sigue siendo soberbia. 
Apartado visual y sonoro:
Los gráficos, sin ser malos, quedan por debajo de lo visto en Call of Duty 2 en PC. Dientes de sierra, baja definición, frame rate inestable... No es un portento técnico precisamente y el anticuado motor gráfico utilizado propiedad de Treyarch se quedó a caballo entre la sexta y la séptima generación de consolas. 
Aunque hay que ser justos y decir que en cuanto al audio el juego se sale como suele ser habitual en la saga, con un gran uso del 5.1 que ayuda mucho en la inmersión. 
También se puede escuchar una buena partitura de Joel Goldsmith, hijo del gran Jerry Goldsmith.
Conclusiones:
Por lo tanto, por todo lo descrito anteriormente esta es quizá la entrega principal de la saga ambientada en la segunda guerra mundial más floja, aunque no por ello es un mal juego. 
Los fanáticos más acérrimos de la saga lo sabrán apreciar en su justa medida.

Calificación:  7

martes, 3 de mayo de 2016

Análisis/Review: Call of Duty 2 (PC, 2005) El estilo Infinity Ward maduró con este juego.

Tras dejarnos a todos boquiabiertos con el brutal Call of Duty, Infinity Ward se puso inmediatamente manos a la obra con una secuela que contaba con mayor presupuesto a la paz que con unas mayores expectativas por parte de los usuarios. Y en pleno auge de los juegos bélicos basados en el mayor conflicto de la historia, Call of Duty 2 supo brillar con luz propia. 
 
Jugabilidad e historia:
Sobre todo esta secuela supuso un gran avance en jugable con respecto al original. Infinity Ward se sacudió definitivamente el leve tufillo a Medal of Honor que desprendía la primera entrega y nos ofreció un juego bélico de acción frenética, con scripts brillantes, dificultad bien ajustada y narración centrada en varios frentes. Es decir, el estilo de la desarrolladora en su máximo esplendor y que tantos éxitos le depararía en el futuro.
Como cambio más notable destacar que se prescindió de los packs médicos y en su lugar se instauró un sistema de regeneración automática de energía en las coberturas, que si bien no resulta tan realista sí que supuso una mejora jugable evidente.
En cuanto a historia, la misma sigue siendo bastante secundaria y no es sino una excusa para presentarnos de nuevo los tres frentes en los que se divide la acción. La ambientación es magnífica, pero el hilo argumental se olvida nada más terminar la por otro lado demasiado corta campaña.
Apartado visual y sonoro: 
Esta segunda entrega de la saga serviría también para presentar el motor gráfico IW 2.0, que es una evolución del id Tech 3 y que sigue siendo el motor de la saga hasta el día de hoy (aunque muy evolucionado, lógicamente) De este modo, aquí podemos disfrutar de un espectáculo audiovisual muy por encima de la primera entrega y con gráficos de séptima generación que incluyen Bloom, efectos de humo y partículas bastante realistas, normal mapping, etc.
La brillante partitura de Graeme Revell y los potentes efectos sonoros redondean un apartado técnico de auténtico lujo.
Conclusiones: 
Lástima que la campaña sea tan breve y que las novedades jugables sean escasas, porque por lo demás es un juego que se disfruta de principio a fin y que supone uno de los mejores shooters bélicos ambientados en la segunda guerra mundial jamás desarrollados.
¿Volverá alguna vez Infinity Ward a la segunda guerra mundial? Tras ver la presentación de Call of Duty: Infinity Warfare con sus batallitas espaciales, jet packs y demás... Pues lo dudo mucho.
Calificación: 8
Curiosidades sobre Call of Duty 2:
  • Hoy día la marca Call of Duty está íntimamente ligada a Activision, pero este juego en concreto fue distribuido en Japón por Konami.
  • El Capián Price, que ya aparecía en el primer Call of Duty, volvió a la saga más tarde en la trilogía Modern Warfare. No se detalla ningún parentesco concreto, pero los rasgos físicos son muy parecidos.
  • El destacable música Graeme Revell, compositor de bandas sonoras de películas como The Crow (¿Os suena de algún Nick?) o la trilogía Riddick, sólo ha participado en este videojuego (y en la versión Big Red One) en su vida. ¿Acaso no le gustó la experiencia?

miércoles, 27 de abril de 2016

Análisis/Review: Call of Duty (PC, 2003) Un auténtico clásico, y el inicio de una saga mítica.

Cierto que Medal of Honor fue la saga que inició la fiebre de los shooters ambientados en la Segunda Guerra Mundial... Pero fue el Call of Duty original de PC donde este estilo concreto de entender la acción en primera persona cristalizó en un juego excelente, que lanzó inmediatamente a Infinity Ward al Olimpo de los desarrolladores. 
Jugabilidad e historia:
La campaña, dividida en tres frentes, nos introdujo el estilo marca de la casa que consiste en acción frenética ayudada por un apartado técnico bastatne potente capaz de representar muchos elementos en pantalla, creando un efecto de falso caos donde el jugador se siente en pleno conflicto y con la impresión de estar escapando de una muerte segura por los pelos. 
A ello ayuda un buena inteligencia artificial de aliados y enemigos y una dificultad muy bien ajustada, como suele ser habitual en la saga. El control con teclado y ratón es una delicia y responde a la perfección.
Como único punto negro en cuanto a jugabilidad, sólo se puede achacar cierta bajada de ritmo en las misiones de infiltración que a mí personalmente se me hicieron algo tediosas. Pero se compensa con creces en cuanto volvemos de nuevo a la acción.
La historia, como ya hemos dicho, se reparte entre americanos, británicos y rusos con acierto. No destaca en nada y es más bien un mero trámite, pero cumple su cometido. Eso sí, la labor de documentación y ambientación histórica es, como suele ser habitual en este tipo de juegos, muy meritoria. 
Apartado visual y sonoro:
Los gráficos corrían en el motor id Tech 3 y eran realmente buenos para la época, destacando las espectaculares explosiones y efectos de partículas. Para ser un juego de 2003 se podría haber sacado algo más partido de shaders e iluminación, pero a cambio tenemos una fluidez constante que se agradece. 
Ni que decir tiene también que la banda sonora del oscarizado Michael Giacchino (que venía precisamente de poner la música a varios Medal of Honor) es muy notable y a nivel de efectos sonoros destacan de nuevo, cómo no, las explosiones y el rugir de las unidades de combate motorizadas. 

Conclusiones:
Así que si te gusta la saga Call of Duty o los juegos bélicos en general, aquí tienes una parada indispensable por su importancia en el desarrollo de la acción en primera persona moderna y por lo mucho que divierte aún hoy en día.


Calificación:  9