martes, 16 de agosto de 2016

Análisis/Review: Borderlands (PC, 2009) Gearbox construye un universo solvente, aunque con numerosos fallos.

Tras una carrera que no terminaba de despegar a base de expansiones y ports de Half-Life, así como el Halo de PC, así como hacerse cargo de la franquicia Brothers in Arms entre otros (de Samba de Amigo mejor ni hablemos), Gearbox recibió el espaldarazo definitivo con este Borderlands, donde se consolidaron como una desarrolladora a tener en cuenta.


Jugabilidad e historia:

Borderlands no es sino un juego de rol disfrazado de shooter en primera persona que se fundamenta en tres pilares fundamentales: el amplísimo botín a encontrar en cualquiera de los rincones del mapeado (aunque excesivo en mi opinión), un sentido del humor muy personal (que no será del agrado de todo el mundo, ni mucho menos) y un potente apartado multijugador. Yo, sin embargo, me centraré en la campaña en solitario.

En ese apartado nos encontramos un argumento muy, muy flojito, que es sin duda uno de los mayores defectos del modo historia. Si no nos aburrimos del juego antes será sobre todo por el ya mencionado botín, el gore y los abundantes tiroteos, ya que aquí no hay un hilo argumental que enganche ni nada por el estilo.

Por lo demás, en cuanto a jugabilidad tenemos unos combates ciertamente frenéticos donde destacan la gran variedad de armas disponibles y los terribles resultados que éstas producen en los enemigos. Sin embargo, en esta versión de PC he encontrado una terrible imprecisión en los rifles francotiradores que echan parte de la diversión por tierra. Imagino que es para que el multijugador no se vea lastrado por el abuso de este tipo de arma, pero para la campaña en solitario resulta algo ciertamente frustrante.

Al igual que frustrante resulta también comprobar que tras varias horas de juego las misiones se repiten una y otra vez. Algo más de variedad jugable, o más monstruos finales, hubieran mejorado mucho la experiencia. El toque rol y la evolución del personaje aportan cierta sensación de progresión a Borderlands, y de no haberse implementado la experiencia para un jugador hubiese resultado casi insufrible.


Apartado técnico:

Gráficamente el juego hace un buen uso del Unreal Ungine 3 con un estilo cel shading muy particular. Destaca el buen modelado de enemigos y demás personajes así como los efectos gore, con un estilo muy cartoon pero que se agradecen enormemente. El juego no sería lo mismo sin este salvajismo histriónico del que hace gala.

En el apartado sonoro tenemos una música con tintes desérticos muy apropiada, pero que termina haciéndose demasiado repetitiva. No ocurre lo mismo con los efectos sonoros, que destacan sobremanera con un doblaje al español por encima de la media y un sonido de las armas excelente. De lo mejor de todo el producto, sin duda.


Conclusiones:

En definitiva, el apartado para un jugador de Borderlands ofrece unas cuantas horas de diversión pero la falta de una historia de empaque, el exceso de botín que hace que en ocasiones te sientas desbordado y las misiones excesivamente repetitivas echan por tierra parte del encanto, hasta tal punto que hay que tirar de fuerza de voluntad para acabarlo.

Imagino que el modo multijugador mejora la experiencia, pero a falta de haberlo probado no me arrepiento de las horas invertidas en esta primera entrega de la saga Borderlands, aunque se vería muy superada en un futuro por la segunda parte y sobre todo por Rage, un juego de orientación parecida que ofreció resultados muy superiores a las obras de Gearbox.


Calificación: ***