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martes, 18 de abril de 2023

Análisis/Review: Fallout 3 (PC, 2008) Bienvenidos a las mieles del apocalipsis.


Fallout 3 es un videojuego de rol y acción desarrollado por Bethesda Game Studios, lanzado en 2008 para Microsoft Windows, Xbox 360 y PlayStation 3. Este juego es la tercera entrega de la serie si no contamos los diferentes spin-offs y está ambientado en un mundo postapocalíptico en el año 2277, después de una gran guerra nuclear. 


El director del juego es Todd Howard, un veterano de la industria y cabeza visible de Bethesda, y que ha dirigido otros juegos de la talla de The Elder Scrolls III: Morrowind, The Elder Scrolls IV: Oblivion, The Elder Scrolls V: Skyrim, y Fallout 4.






Historia:

El guion de Fallout 3 fue escrito por Emil


Pagliarulo, conocido por ser uno de los escritores principales de otros juegos de Bethesda, como The Elder Scrolls IV: Oblivion y Fallout 4, en el que también trabajó como director creativo. 

Fallout 3 sigue la historia del personaje principal, quien nació en el refugio 101, un enclave subterráneo construido para proteger a los habitantes de la guerra nuclear. Después de aprender las habilidades básicas de supervivencia, dicho personaje principal escapa del refugio e inicia su aventura en el yermo baldío. 

La trama principal del juego se centra en la búsqueda del padre del personaje principal, James, quien ha desaparecido misteriosamente.

 


Jugabilidad:

La jugabilidad de Fallout 3 es en primera persona (a diferencia de Fallout y Fallout 2, que eran en 2D y usaban perspectiva isométrica) y en tiempo real, con elementos de estrategia y acción táctica. El sistema de combate es variado, con la utilización de cobertura, el apuntado a partes específicas del cuerpo y la selección de armamento y munición adecuada para cada situación.

En PC tenemos la facilidad de desactivar el famoso sistema VATS y jugarlo como un shooter en primera persona al uso, si no tienes paciencia para usar el sistema más estratégico y pausado que te ofrece el juego de primeras.

Existen también distintas habilidades y atributos asignados al personaje del jugador, que afectan su capacidad para llevar a cabo tareas específicas como el combate, diálogo, hackeo, cerrajería y recolección. Puro desarrollo RPG made in Bethesda, vamos.



Apartado visual:

El motor gráfico utilizado para Fallout 3 es el

Gamebryo, desarrollado por Bethesda Softworks. Este motor fue utilizado en otros juegos de la compañía como Morrowind, Oblivion y Fallout: New Vegas. 

El diseño artístico de Fallout 3 recrea de forma efectiva un mundo postapocalíptico inspirado en una cultura retro-futurista, con objetos, escenarios y arquitecturas del mundo contemporáneo mezclados con elementos modernos. El apartado visual también cuenta con técnicas visuales como la ilumina loción dinámica, el reflejo especular, y efectos de partículas, todo ayudado por un buen uso de DirectX 9.0c y Pixel Shader 3.0.

A pesar de algunos problemas de estabilidad que aún son palpables hoy en día, la calidad gráfica sigue siendo aceptable, sobre todo si usas alguno de los numerosos mods que circulan por la red, y el juego no ha envejecido mal del todo en ese sentido.


Apartado sonoro:

La banda sonora de Fallout 3 fue compuesta por Inon Zur, quien también compuso la música de otros juegos famosos como Dragon Age: Origins, Crysis, Prince of Persia y Fallout: New Vegas. 

Fallout 3 además incluye una colección de canciones de los años 40 y 50, que ambientan de forma efectiva el carácter retro-futurista que nos propone, junto con unos efectos sonoros que también son notables, con sonidos que van desde los pequeños detalles ambientales de la Tierra Baldía hasta las explosiones y sonidos ensordecedores de los combates.

La voz en off del protagonista es la de Liam Neeson, y en general el doblaje en inglés es de muy buena calidad.


Conclusiones:

En resumen, Fallout 3 se considera uno de los mejores juegos de rol de su generación. Su mundo abierto, su narrativa bien desarrollada, su sistema de combate variado y su interesante mecánica del karma, lo hacen un título imprescindible para los fans del género. Todavía hoy, es considerado un juego clásico y de culto en la industria de los videojuegos. 

Sus puntos positivos son la calidad gráfica y sonora, una jugabilidad variada, un mundo interesante (aunque algo vacío) que explorar y un diseño artístico inmejorable. 

Sus puntos negativos podrían un sistema de conversación un poco limitado, y algunos problemas técnicos en determinadas plataformas, así como una forma de implementación de expansiones algo confusa y que puede abrumar a los neófitos.

Pero en general, Fallout 3 es un título que merece toda la atención y el reconocimiento que obtuvo en si día, y que resulta esencial para los amantes de los juegos de rol y acción.

Y que además, en PC se puede disfrutar como un shooter en primera persona más si tu sed de disparos es demasiado intensa.


Calificación: ****

miércoles, 31 de marzo de 2021

Análisis/Review: Mass Effect 3 (PC, 2012) Broche de oro a una trilogía imprescindible.


Mass Effect 3 recibió una avalancha de críticas negativas por su polémico final, así que voy a ir directamente al grano: a mí el final me gusta, y bastante. Así que por mi parte, polémica zanjada.

Casey Hudson, el director de las anteriores dos entregas, vuelve a repetir en esta tercera consiguiendo consolidar la propuesta jugable hasta límites insospechados. Cierto que algunos elementos RPG se han perdido por el camino, y que quizá la historia no brilla tanto, pero la diversión e inmersión que ofrece este título de 2012, aún hoy sorprende. 


Jugabilidad e historia:


Mass Effect 3 recoge el testigo de la segunda entrega también en el plano argumental, donde nos
encontramos una situación al límite que ofrece un comienzo de la aventura absolutamente explosivo e inolvidable. Desde ahí, tendremos los típicos hilos argumentales tan bien planteados marca de la casa, viajes por el espacio, diálogos tan profundos como desternillantes, y una retahíla de personajes que desgraciadamente no brillan tanto como los de Mass Effect 2 pero que siguen siendo lo suficientemente carismáticos como para querer conocer todas sus misiones secundarias.

En el plano puramente lúdico, el juego supone un perfeccionamiento de las mecánicas de disparo en tercera persona vistas en la segunda parte, convirtiéndose definitivamente en un shooter muy competente, capaz de plantar cara a los grandes del género. Cierto que si lo comparamos con la primera entrega, los elementos RPG están aquí incluso más diluidos, pero bajo mi punto de vista es lo que la saga necesitaba para aumentar en diversión y dinamismo. 

Mención especial merecen la expansiones, tales como Leviathan y Ciudadela, que resultan tan inolvidables o más que la historia principal, y que si no has jugado te recomiendo encarecidamente que lo hagas, o que directamente esperes a la Mass Effect Legendary Editon que está a punto de ser editada y que incluye todo el contenido. 


Apartado visual y sonoro:



En el apartado técnico, hay que reconocer que el gran salto vino en Mass Effect 2, tanto en animaciones como en modelados e iluminación. La tercera entrega sigue haciendo uso del Unreal Engine 3 y donde quizá más mejoró fue en la calidad de las texturas, al menos en la versión de PC, y en los fondos que ahora se muestran más definidos y detallados. En cualquier caso, es un juego que hoy en día se puede ejecutar con al máximo, a 60 fps o más y en alta resolución fácilmente, y que en estas condiciones aún resulta espectacular. 

Lo mismo se puede decir desde el punto de vista sonoro, donde siguen impresionando los brutales efectos de sonido de los destructores alienígenas, el gran doblaje (en inglés, eso sí) y un apartado musical de altura, como siempre fue habitual en la saga. 


Conclusiones:

Mass Effect 3 quizá resultó algo continuista con respecto a la magnífica segunda entrega, pero pulió los suficientes detalles como para resultar una experiencia aún más divertida si cabe. Quizá desde el punto de vista argumental no impacta tanto al ser los personajes secundarios menos memorables, pero los buenos diálogos y el satisfactorio final dejan un gran sabor de boca. 

Por lo tanto, la última de obra de Casey Hudson en Bioware (director también de KOTOR y partícipe en Jade Empire) puso el broche de oro a una trilogía absolutamente imprescindible, que afortunadamente va a disfrutar de una segunda vida con una Legendary Edition que está a la vuelta de la esquina.


Calificación: *****

martes, 26 de diciembre de 2017

Análisis/Review: Deus-Ex: Invisible War (PC, 2003) Una buena secuela, pero por debajo del original.

Tras la triunfal primera entrega, la saga Deus-EX regresó con una segunda parte para ordenadores... Y también para Xbox, lo cual terminó pasando factura al juego al tener que adaptarse a la jugabilidad impuesta por el pad y por el limitado apartado técnico que impidió alcanzar cotas más altas al juego.

Sin embargo es un título que conserva los suficientes elementos interesantes del primer juego así como un ritmo algo mejor llevado y orientado más a la diversión pura, lo cual tampoco está nada mal. 

¡Veamos qué ofrece el juego! 



Jugabilidad e historia:

Por la propia naturaleza del mundo de las consolas, el juego no termina de ser todo lo
profundo y complejo que debiera. Es divertido, más profundo que la mayoría de los shooters en primera persona y con una historia solvente, pero se siente como una especie de downgrade con respecto a la primera parte. ¡Sacrificios impuestos por las consolas, señores!

Sin embargo al poco tiempo de juego ya nos encontramos hackeando sistemas, usando sigilo, enfrentamiento directo o intentando usar la diplomacia. Puro Deus-Ex, vamos. La esencia de la saga se mantiene con acierto.

Y el buen ritmo que presenta el juego le convierte a mi juicio en la entrega más divertida de toda la saga, incluyendo los últimos títulos protagonizados por Adam Jensen. 

La historia enlaza adecuadamente con lo visto en la primera parte y es lo suficientemente interesante como para enganchar. No es brillante, pero sí notable. 


Apartado visual y sonoro:

Técnicamente nos encontramos con un apartado gráfico bastante bueno, con un buen uso de la iluminación y el Shader Model 2.0, donde también destaca la interacción con numerosos objetos del escenarios, que más tarde juegos como Crysis llevarían al extremo. Pese a todo queda bastante por debajo del estándar de ordenadores que poco después marcaron juegos como Half-Life 2, Doom 3 o Painkiller, ante los cuales este Invisible War palidece en exceso. 

La música sigue siendo sobresaliente e incluso retoma algunas melodías de la increíble banda sonora del primer juego de la saga, y los efectos sonoros son simplemente correctos, al igual que el poco inspirado pero funcional doblaje. 


Conclusiones:

Por lo tanto, si te gustó el Deus-Ex original, disfrutarás con esta secuela. Pero ten en cuenta que no es un juego tan complejo ni con tantas posibilidades, aunque sí algo más divertido y con mejor ritmo. 

¡Recomendado para fans del cyberpunk añejo!


Calificación: ****

lunes, 3 de julio de 2017

Análisis/Review: Bioshock Infinite (PC, 2013) Retroceso histórico y jugable.

Tras más de dos meses sin publicar un análisis, vuelvo a la carga con un título que en su día causó un revuelo enorme y que pertenece a una saga que en mi opinión tras la brutal primera entrega no consiguió volver a estar a la misma altura. La segunda parte es un título muy notable, pero fue demasiado continuista y le faltó empaque en cuanto a historia. 

Y Ken Levine volvío al ruedo en esta tercera entrega que se vio lastrada por multitud de problemas durante su desarrollo que obviamente hicieron mella en el resultado final. De hecho, si buceamos un poco por  Youtube comprobaremos que hay muchos elementos que el juego iba a incluir que finalmente no hicieron acto de presencia. 

¿Una limitación impuesta por unos consolas que ya no daban más de sí? Pues muy probablemente. 


Jugabilidad e historia:

Jugablemente nos encontramos un título que sin duda respira la esencia del primer Bioshock, pero
que a la vez introduce una serie de cambios que dejan bastantes dudas. Y digo cambios en lugar de novedades muy intencionadamente, ya que nuevo no nos encontramos casi nada en esta entrega. Es más, en mi opinión se produjo un extraño y preocupante retroceso jugable ya que los elementos RPG se vieron reducidos drásticamente, al igual que elementos como el pirateo que en este caso se ven recortados a un mero plásmido (perdón, vigor) más. 

En lugar de profundizar en el género rol, por lo tanto, nos encontramos un juego que hace mucho hincapié en los tiroteos. Pero desgraciadamente, Irrational Games no tienen la capacidad de crear tiroteos tan maravillosos como id Software o Epic Games. Por lo tanto los mismos terminan cansando. Los vigores son interesantes, pero bastante irregulares, por lo que al final terminas usando uno o dos de entre todos los que te ofrecen. Y la forma de mejorarlos, al igual que las armas, termina resultando bastante aburrida al prescindir completamente de árbol e habilidades o algo similar. Simplemente te acercas a las máquinas y vas comprando lo que te interesa.

Una decisión bastante desacertada. Al igual que desacertada resulta la pobre inteligencia artificial de los enemigos, que simplemente buscarán coberturas como si de un Call of Duty más se tratara y que resta bastantes enteros a los combates. También de la interacción con Elisabeth se esperaba mucho más allá del simple acompañamiento que nos aporta, y lo mismo se puede decir del limitado y a todas luces capado uso de los raíles, que prometían unas dosis de locura y diversión muy por encima de lo que finalmente terminaron por ofrecer.

Sin embargo, en cuanto a historia y narrativa Bioshock Infinite no sólo iguala a la primera entrega, sino que incluso la supera. La forma tan ágil de contarnos la historia a base de grabaciones y conversaciones que no rompen el ritmo jugable no sorprende tanto como sí lo hizo en 2007, pero el hilo argumental es sencillamente magistral, otorgando un empaque y un sentido a todo el conjunto de juegos de la franquicia imposible de imaginar antes de jugar a esta entrega.

En ese aspecto Ken Levine sacó el gran escritor que lleva dentro para ofrecernos una historia digna de la mejor producción de Hollywood. Sólo por este motivo ya merece la pena jugar a este juego, sobre todo si has disfrutado de los dos anteriores. 


Apartado visual y sonoro:

Visualmente pocas pegas se pueden poner a este juego. Columbia presenta un diseño de escenarios
absolutamente arrebatador, capaz de hacer que te quedes mirando pequeños detalles, edificios, personajes o lo que sea durante muchos minutos. No es un juego que destaque en cuanto a fuerza bruta, y no se puede comparar con otros pesos pesados en cuanto a gráficos como Crysis o Battlefield, pero en cuanto a arte es de lo mejor que se puede ver dentro del género de los shooters en primera persona.

Lo que sí se echa en falta, al igual que otros muchos juegos que corren en Unreal Engine 3, es una mayor falta de interactividad con los escenarios. Digamos que uno se mueve por unos entornos increíbles, pero que al final dan la sensación de ser muy de cartón piedra. Me hubiese gustado que Columbia no sólo fuese un escenario bonito, sino una fuente de posibilidades a la hora de interactuar con el juego. Pero bueno, al ser un título que también apareció al final de la vida útil de PS3 y Xbox 360 tampoco se le podía pedir mucho más. 

En cuanto al apartado sonoro poco que añadir, salvo que es una auténtica pasada. Tanto la selección musical, como la ambientación sonora de Columbia como el doblaje son de primerísima calidad, haciendo notar el estatus triple A que ostenta esta saga. A destacar el impresionante chirrido del Songbird, capaz de ponerte los pelos de punta.

También  se agradece el que se mantengan ciertos sonidos de las dos entregas anteriores, sobre todo en menús y al interactuar con ciertos elementos, ya que todo ello ayuda a dar más identidad a la saga.


Conclusiones:

Bioshock Infinite deja una sensación dulce, pero con demasiados tintes amargos que quizá se podrían haber evitado. No sé si Ken Levine se vio sobrepasado por su propia ambición al intentar crear un juego por encima de las posibilidades de las consolas a las que iba principalmente destinado, pero el caso es que se dio de bruces contra la realidad teniendo que recortar mucho material que incluso ya se había mostrado en los años previos al lanzamiento del juego.

Pero lo que sí que podría haber hecho es conservar la profundidad de las dos primeras entregas, sobre todo en lo que a elementos RPG se refiere. Pero desgraciadamente se olvida en gran parte de ello para caer bajo la influencia de shooters más genéricos y exitosos, dejando la experiencia jugable más pobre de toda la saga.

Sin embargo, la historia y la ambientación son otro cantar. El hilo argumental es impresionante, enrevesado y de una profundidad encomiable. El juego guardia múltiples sorpresas, algunos enemigos con un diseño genial y nos enfrenta a una recta final antológica. Cualquier aficionado a la saga o a las buenas historias disfrutará como un niño.

Por lo tanto, este Bioshock Infinite es un juego disfrutable y hasta cierto punto divertido, que presenta una de las mejores historias jamás vistas en un videojuego pero una preocupante simplificación en sus mecánicas, ya sea por motivos técnicos o por decisiones comerciales. Y es una pena, ya que durante toda la partida no podemos dejar de pensar que el juego podría haber dado mucho más de sí, porque potencial tenía de sobra.

¿Veremos alguna vez un Bioshock a la altura de la gran primera entrega? Lo dudo mucho, pero intentaremos conservar la esperanza.



Calificación:  ****

sábado, 25 de marzo de 2017

Análisis/Review: Mass Effect 2 (PC, 2010) El valor de un buen equipo.

Con Mass Effect Andromeda en boca de todos en este momento y con cierta polémica en las redes debido a la bajada de calidad que al parecer ha supuesto en esta gran saga, yo me voy a disponer a analizar el que probablemente sea la mejor entrega de la misma hasta ahora y uno de los títulos más completos y apasionantes de la pasada generación.

Un juego que mejora a la primera parte en casi todo, muy largo pero que se disfruta de principio a fin gracias a una historia, diálogos, ambientación y jugabilidad sublimes.

Pero mejor vayamos por partes, como dijo el bueno de Jack.


Jugabilidad e historia:

Mass Effect 2 destaca en un primer momento por una cierta simplificación en algunas mecánicas que los más puristas del RPG considerarán un paso atrás. Es cierto que la capacidad de personalización de tu personaje y compañeros no es tan profunda como el primer juego. Pero a la larga es algo que se olvida y que no suponen un problema real en ningún momento.

Lo que sí echo de menos en esta segunda entrega es un mejor sistema de gestión de armas. Los menús a la hora de elegir armas y compararlas se han simplificado hasta el extremo de que es difícil elegir cuál es superior a las demás, quedando esa elección en manos de los gustos de cada en lugar de recaer ese peso en las estadísticas.

Se pierde menos tiempo en menús y se pasa antes a la acción, y esto es quizá lo que Bioware pretendía, pero a la vez esos elementos RPG del primer juego se ven muy suavizados.

Pero es un fallo perdonable a la hora de enfrentarnos a los tiroteos y cuando hacemos uso de los diferentes poderes bióticos y tecnológicos, mucho mejor resueltos que en el original y que nos proporcionarán horas de diversión. El sistema de coberturas funciona mejor, las armas son más contundentes y la superior implementación de órdenes a los compañeros aumenta las posibilidades tácticas en los enfrentamientos.

Aquí destaca tambíen la gran variedad y calidad en cuanto a misiones secundarias, que es otro paso enorme con respecto al primer juego. Algunas se basan en conversar, otras en investigar y otras en luchar, pero todas son de bastante calidad superando en ocasiones incluso a las principales. Aquí hay que nombrar las misiones secundarias disponibles en forma de contenido descargable... Un poco caras en Origin, pero que merecen todas y cada una de ellas el dinero invertido.

Algunas misiones en forma de DLC como la del Corredor Sombrío u Overlord no son sólo de lo mejor de este juego, sino de toda la saga. Obligatorias si te gusta Mass Effect.

Aunque donde el juego brilla hasta límites estratosféricos es en su historia y diálogos. Hay quien puede considerar el argumento de Mass Effect 2 como una mera transición entre la sorpresa y gran introducción que supuso el primero y el épico desenlace del tercero, pero la presentación de personajes es sublime, así como las subtramas de las misiones principales y secundarias, que permiten que en ningún momento decaiga el interés sobre lo que se nos narra.

Pocos juegos han conseguido transmitir semejante importancia en cuanto al valor de un buen equipo, de unos compañeros a los que cuidar, respetar y por qué no... Amar.

En este aspecto Mass Effect 2 es maravilloso.


Apartado visual y sonoro:

Pese a que el motor gráfico es el mismo, la evolución con respecto al primer juego es palpable. En PC quizá se nota algo menos el cambio ya que el primero se puede modificar tremendamente con texturas HD (el mod ALOT es altamente recomendable) y demás, pero lo mismo se puede hacer con esta segunda parte lo que unido a la capacidad de mejorar con Sweet-FX e incluso efectos 3D (en la página de HelixMod hay un parche excelente para Nvida 3D Vision) hace que el resultado sea espectacular y aguante muy bien el tipo hoy en día.

Artísticamente sigue naturalmente el estilo del original, pero con una variedad de escenarios y ambientes mucho mayor, dado probablemente por el mejor enfoque en cuanto a las misiones secundarias. Por fin se acaban esos planetas clónicos y esos escenarios vacíos que lastraban un poco la experiencia. Aquí cada escenarios que pisamos tiene personalidad propia y está excelentemente diseñado. Se echa algo de menos el Mako, pero para ello tenemos el DLC Cenizas que nos quitará el mono de controlar un vehículo.

En cuanto a sonido volvemos a tener un doblaje en inglés excelente así como unos efectos igualmente buenos, que reflejan de forma muy fidedigna la epopeya espacial que se nos narra.

La música también gana en epicidad con respecto al Mass Effect original, dejando algunos temas más intimistas de lado para ahondar en un estilo más agresivo y rítmico, en consonancia con la mayor cantidad de acción. El estilo sigue siendo una estimulante mezcla entre temas más electrónicos y orquestales, que pueden recordar desde Radiohead hasta el mejor Vangelis.


Conclusiones:

Mass Effect 2 es un juego que pierde ciertos elementos RPG con respecto a su predecesor, así como esa sensación de perderte en diferentes planetas que proporcionaba la exploración con el Mako, pero que a cambio nos ofrece una acción mucho más refinada así como una narrativa insuperable, a través de la cual se nos cuenta un viaje épico en pos de reunir un equipo de personajes geniales con el que viviremos grandes momentos.

Si a ello le sumamos una dirección artística mejorada, misiones secundarias y expansiones memorables, así como un apartado técnico en PC muy robusto en parte gracias al trabajo de la comunidad, tenemos un juego que roza el estatus de obra maestra.

Sin sorprender tanto como el primero y pese al mejorable sistema de escaneado de planetas, Mass Effect 2 consigue ser el mejor de la saga hasta el momento. Cetro que sin duda Andromeda no le va a arrebatar.


Calificación*****


jueves, 17 de noviembre de 2016

Análisis/Review: Deus-Ex (PC, 2000) El equivalente a Matrix en los videojuegos.

Ya sé que esta afirmación es quizá demasiado arriesgada... Pero Deus-Ex sería en mi opinión el equivalente a Matrix en el mundo de los videojuegos. 

No porque en Deus-Ex haya tiempo bala o nos proponga un mundo dominado por las máquinas, sino porque al igual que en la películas de las hermanas Wachowski supuso un punto de inflexión en la industria y un espejo en el que se mirarían muchas obras a partir de ese momento. La influencia fue tan grande que aún hoy en día la huella de la obra creada por Warren Spector se deja notar en títulos más recientes como Dishonored. 

Jugabilidad e historia:

Si Matrix supuso una revolución en el cine de acción, Deus-Ex nos ofreció una profundidad jugable y narrativa nunca antes vista, proporcionando al jugador un sinfín de herramientas y posibilidades para que cada uno experimente a su antojo, creando realmente tu propio juego conforme vas avanzando.

Los elementos de rol pueden llegar a asustar un poco, tal y como ocurría en System Shock 2, una de las mayores influencias de Deus-Ex, pero una vez que te haces con la interfaz y comienzas a experimentar con diferentes implantes y potenciadores, comprobarás que las posibilidades son inmensas. Si te gusta el sigilo, podrás orientas al bueno de JC para que se convierta en un hacha de la infiltración, si quieres acabar con todo bicho viviente puedes hacer de JC una auténtica máquina de matar y si lo tuyo es la electrónica, te puedes convertir en un hacker al que no se le resista ni una puerta ni una computadora. 

Y esa es la auténtica grandeza de Deus-Ex, aparte de un diseño de niveles excelente que ofrecen enormes posibilidades y detalles con los que disfrutar de lo lindo. 

En cuanto a  historia, Deus-Ex nos muestra un argumento enrevesado, profundo y lleno de matices, que no será del gusto de todo el mundo. Pero a poco que te quieres introducir e interesar en el mundo distópico ideado por Spector, éste te atrapará sin remedio. 

A ello se añaden diferentes finales y consecuencias a tus actos que harán que cada uno viva la historia a su manera. Este detalle, que ahora incorporan muchos juegos y que ya no sorprende tanto hoy en día, fue algo revolucionario en el año 2000. 



Apartado visual y sonoro:

Desgraciadamente, el Unreal Engine 1 usado en este juego ha envejecido con poca elegancia con el paso de los años. Los modelados de los personajes son muy toscos, las animaciones pobres y las escenarios algo vacíos. 

Afortunadamente, en PC podemos instalar fácilmente un paquete de texturas en alta definición que mejoran mucho el aspecto del juego. Además, con un poco de ingenio podemos usar Sweet-FX para añadir diferentes efectos, obteniendo así unos gráficos que si bien siguen mostrando un aspecto muy desfasado, al menos mejoran mucho al aspecto original del título. 

Los efectos sonoros sí que se han quedado como estaban... Y la verdad es que sorprenden por su mala calidad. Imagino que el presupuesto del juego era limitado, pero es uno de los aspectos que más chirrían de todo el conjunto. 

No así ocurre con la banda sonora con tintes electrónicos y orquestales,  que nos dejó momentos realmente memorables. El tema principal del juego es épico, espectacular. Y más tarde podremos disfrutar de diferentes melodías que se adaptan como un guante a los diferentes escenarios que visitaremos. UNATCO, Hong Kong... Una maravilla el poder oír una banda sonora tan flipante, que por sí sola ya merece que juguemos al juego una y otra vez para poder disfrutar de ella. 

Conclusiones:

Deus-Ex está algo desfasado técnicamente hoy en día, por lo que requerirá cierta fuerza de voluntad para adentrarnos en su mundo. Sin embargo, a poco que hagas acopio de paciencia comprobarás que se trata de uno de los juegos más profundos, complejos y argumentalmente sublimes jamás creados. 

Las posibilidades jugables son enormes, y la historia está tan ramificada y responde tan bien a las acciones del jugador que hará que cada partida sea diferente a la anterior. A ello se une una banda sonora absolutamente memorable, de lo mejor que jamás he podido disfrutar en ningún otro juego y un sistema de evolución muy complejo que ya quisieran para sí otros juegos de rol modernos. 

Así que a poco que te gusten los RPG y los shooters en primera persona te recomiendo encarecidamente que le des una oportunidad a Deus-Ex. Estoy seguro de que te sorprenderá el comprobar que en el año 2000 ya había juegos muy adelantados a su tiempo que fueron capaces de abrir la mente a millones de jugadores al mostrarnos que el jugar a un juego como a ti te dé la gana, según tu personalidad y preferencias, era completamente posible. 


Calificación:  *****

sábado, 22 de octubre de 2016

Análisis/Review: Mass Effect (PC, 2007) La apabullante respuesta de Bioware a Star Wars.

Tras triunfar con Baldur's Gate, sorprender a todos con Knights of the Old Republic y consolidarse como uno de los estudios líderes a la hora de crear videojuegos de rol con otras obras como Jade Empire, Bioware emprendió la difícil empresa de crear su propia saga galáctica.

Lo que nadie esperaba es que fueran capaces de sacarse de la manga un universo a la altura del imaginado por George Lucas, o si me apuras incluso más épico y creíble. Ya desde los primeros compases de la aventura es imposible no verse arrastrado por el tremendo magnetismo de esos personajes, por esas razas galácticas tan atractivas y por esa historia tan profunda y enigmática. 

Jugabilidad e historia:

Mass Effect, como casi todos sabréis, es un shooter en tercera persona con fuertes elementos RPG. Vamos, que la acción no será del todo ajena a los que gusten de juegos de disparos con coberturas a lo Kill Switch o Gears of War, a la vez que incorpora un completo sistema de evolución de personajes y armamento.

Lo que pasa es que como casi todo buen juego de rol, esta acción con armas de fuego se ve complementada con poderes que otorgan los personajes bióticos (seres modificados para poder tener unas facultades mentales por encima del resto) como los que usan de la tecnología para acabar con los enemigos. Y esta combinación funciona a la perfección en Mass Effect. 

Dese la perspectiva que nos otorga el paso del tiempo, podemos decir que en esta primera entrega de la saga la jugabilidad no estaba tan pulida como en las secuelas. Sobre todo porque las coberturas no terminan de funcionar como debieran y porque a Shepard le falta agilidad y dinamismo a la hora de afrontar los combates. Pese a todo, sigue siendo bastante divertido acabar con hordas de enemigos para ganar puntos de experiencia, hacerse con su botín o simplemente para ver sus cuerpos acribillados a balazos. 

Otro de los puntos negativos es que una vez pasamos el ecuador del juego, las misiones secundarias terminan por hacerse bastante repetitivas. Los escenarios suelen ser prácticamente iguales y los objetivos muy similares. Siempre es satisfactorio explorar con el Mako diferentes planetas para hacerte con los diferentes objetos que haya por ahí escondidos, pero se echa en falta algo más de variedad a todas luces. Algo que no ocurre con las misiones principales del juego, brillantes todas y cada una de ellas.

Sólo resta decir que en PC, con el teclado y ratón, tanto Shepard como el Mako se controlan bastante bien. 

En cuanto a historia... Pues la verdad es que no merece la pena hablar demasiado. ¡Sencillamente magistral! En todo momento sentimos esa sensación de urgencia que transmite el argumento, a la vez que podemos disfrutar de esas pausas tan satisfactorias para explorar la galaxia pero siempre con esas sensación de amenaza constante tan típica de la saga. 

Y los diálogos... Maravillosos. Desternillantes. Profundos. Crueles... Es uno de los aspectos que más me llamó la atención cuando jugué a Mass Effect por primera vez, y que aún hoy día me siguen pareciendo geniales. Algo encorsetados en cuanto a opciones, pero no se les puede pedir mucho más. 


Apartado visual y sonoro:

Cierto es que Mass Effect no ha envejecido demasiado bien en cuanto a gráficos se refiere... Pero gracias a nuestro PC podemos disfrutar de una segunda juventud del título que le viene como anillo al dedo. 

Concretamente, yo he maqueado este título con el imprescindible mod de texturas en HD llamado
MEUITM. Con ello podemos disfrutar de unas texturas remozadas pero completamente fieles a las originales que lucen realmente bien incluso a 4K, que es como yo he disfrutado del juego. Además pude instalar Sweet FX, que nos otorga efectos bastante más detallados en alta resolución, así como algunas pequeñas modificaciones en los archivos ini que nos dan muchas más opciones que lo que el juego por defecto ofrece.

De esta forma, Mass Effect desde el punto de vista gráfico me ha resultado muy satisfactorio pese a que hace casi 10 años que fue lanzado al mercado, y podido volver a sorprenderme con la maravillosa dirección artística, diseño de criaturas y de naves en general, de lo mejor que se ha visto en las últimas décadas en cuanto a ciencia ficción en general. Cierto que algunos escenarios están algo vacíos, y que se repiten como ya he dicho en las misiones secundarias. Pero son fallos menores que se pueden perdonar. 

En cuanto a sonido destaca el excelente doblaje en inglés, que afortunadamente se mantendría durante todas las entregas de la saga y los contundentes efectos sonoros de las armas y poderes, algunos de los cuales resuenan todavía en mi cabeza. 

Y la música... Otro de los aspectos imprescindibles de Mass Effect. Merece la pena escucharla por separado para darse cuenta de la gran calidad del trabajo de Jack Wall y compañía. En todo momento nos acompaña al recorrer la Ciudadela y demás escenarios, tomando un protagonismo sobresaliente. Y ese tema principal, nada más iniciar el juego... Mítico. 

Conclusiones:

Si te gusta lo más mínimo la ciencia ficción, los disparos en tercera persona, el rol... O simplemente los videojuegos, tienes que probar Mass Effect si todavía no lo has hecho. 

Es sin duda uno de los mejores juegos de todos la pasada década. De esos que marcó a toda una generación de jugones y que junto a otras obras magnas como Bioshock nos abrió nuevos caminos para entender diferentes formas de narrar una historia, de acercarse a unos personajes y de plantear la acción. 

Mass Effect nos dio muestras de que esta industria estaba llegando por fin a su madurez, al ser capaz de superar no sólo a la mayoría de videojuegos de ciencia ficción, sino también a muchas otras obras cinematográficas y literarias de la misma temática. 

El paso del tiempo quizá ha acentuado alguno de sus mayores defectos, pero sin duda también ha incrementado exponencialmente el valor de sus innumerables virtudes.


Calificación: ****


miércoles, 20 de abril de 2016

Análisis/Review: Bioshock 2 (PC, 2010) El placer de sentirse un Big Daddy.

Notable segunda parte del magistral Bioshock que arrastra dos defectos principales: su falta de innovación con respecto al original y una historia bastante por debajo de lo esperado. Pese a todo, se trata de un shooter superior a la media que a buen seguro disfrutarán todos los amantes de los juegos de disparos en primera persona.
 

Jugabilidad e historia:


Los que hayan jugado al Bioshock original se encontrarán como pez en el agua en esta segunda parte, ya que el hecho de controlar a un Big Daddy no supone una gran diferencia con respecto a Jack, el protagonista del primer juego. Los plásmidos son casi idénticos, las posibilidades de mejora del personaje parecidas y las armas se manejan igual. La única diferencia es la taladradora, que se hace bastante divertida de manejar y es útil en muchas situaciones. 


Como punto interesante en cuanto a jugabilidad destaca una orientación algo más estratégica de cara a ciertos combates, ya que el hecho de tener que proteger a las Little Sisters mientras recolectan Adam supone un reto extra bastante interesante. En estas situaciones un buen manejo de los bots, torretas y trampas cobra una mayor importancia con respecto a la primera entrega. Bien por 2k Marin.


Pero por lo demás, el juego es prácticamente idéntico a su predecesor. La sensación de déjà vu es constante, y al final se nos hace irremediablemente repetitivo, pese a un par de situaciones sorprendentes. Además, también provocan cierto cabreo algunas ideas muy desaprovechadas, como los paseos acuáticos fuera de Rapture que son sólo testimoniales y no aportan nada realmente interesante al desarrollo, y el propio hecho de ser un Big Daddy, que no se nota tanto como debiera. 

Y eso nos lleva a otro pequeño punto flojo de esta secuela, y es que la historia no está tan trabajada ni sorprende tanto como en la obra original de Ken Levine. Narrativamente sigue siendo absolutamente magistral gracias a la utilización de la radio, las grabaciones y la propia historia que cuentan los escenarios y splicers, pero el guion queda indudablemente por debajo a todas luces. Era algo previsible por la pérdida del factor sorpresa, pero se podría haber trabajado algo más en mi opinión.
 

Apartado visual y sonoro:


Técnicamente, el juego se muestra superior a la primera parte en PC gracias a un uso más intensivo de Directx 10, que esta vez no se limita sólo a las superficies acuáticas. Los efectos de luz siguen brillando con luz propia (nunca mejor dicho...) y el modelado de personajes y enemigos es excelente. Las texturas son el apartado más flojo, pero no desentonan en demasía.
 
 
 
 
 
La gran baza de Bioshock 2 sigue siendo su gran ambientación y la maravillosa dirección artística, pese a que casi todo está reciclado del Bioshock original. Una y otra vez nos maravillaremos ante esa Rapture más decadente y oscura aún si cabe, a la que el paso de los años le va provocando cada vez más heridas, al igual que a los splicers, que aquí se encuentran más degradados y enloquecidos que nunca.
 
 
En cuanto a sonido los efectos sonoros son impresionantes y un punto fundamental para reflejar este gran mundo retrofuturista. El claqueteo de los bots, los gemidos de los Big Daddies, la contundencia de las armas... Y un doblaje que de nuevo derrocha profesionalidad en casi todas las líneas de diálogo y que es fundamental para el ágil estilo narrativo de la saga.
 
La música sigue la estela del primer Bioshock y tira de gramola para sumergirnos de lleno en esa ambientación tan años 50 que nos propone el título. Los temas originales de Garry Schyman vuelven a aparecer también con fuerza con esas notas de cuerda tan características. De nuevo un apartado sobresaliente.


Conclusiones:

Para los fans de la primera parte, Bioshock 2 es un juego absolutamente fundamental. Sin embargo, a los neófitos les recomendaría encarecidamente que empiecen por el primer título, ya que en mi opinión esta secuela queda por debajo del original al ser demasiado continuista y ni de lejos logra sorprender tanto como aquella.
 
Algunos aspectos de la Jugabilidad se ven expandidos y mejorados, pero el hecho de ser un Big Daddy no provoca el impacto que se presuponía y los publicitados paseos acuáticos no dejan de ser anecdóticos.
 
En cualquier caso, siempre es un absoluto placer volver a Rapture cuando se trata de una experiencia tan buena como esta.
 
 
Jugabilidad****

lunes, 28 de marzo de 2016

Análisis/Review: Bioshock (PC, 2007) ¡Bienvenidos a Rapture! Una experiencia imposible de olvidar.

Una auténtica obra de arte. No encuentro mejor frase para describir este juego. Desde el desconcertante inicio, de la mano del gran Ken Levine nos introducimos en la impresionante Rapture, donde podemos contemplar una de las mejores ambientaciones jamás vistas en  un videojuego. Cada pequeño detalle de los escenarios está cuidado al milímetro, con un diseño de producción que ya querrían para sí muchas superproducciones de Hollywood. 

Jugabilidad e historia: 

Pero la verdadera sorpresa de Bioshock viene cuando comprobamos la tremenda jugabilidad de la que hace gala, ofreciendo al jugador una gran variedad a la hora de afrontar los combates y las distintas situaciones que te ofrece el juego. El toque RPG que le imprime la evolución del personaje le da una un extra de diversidad y le aporta grandes dosis de interés al conjunto, puesto que durante lo que dura la por otro lado algo corta aventura existe una paulatina progresión del personaje que aporta constantemente nuevas mecánicas jugables que impiden que el juego se haga monótono o aburrido. ¡Y ese sistema de desvalijar cadáveres y escenarios! Gran parte del juego la pasamos buscando tesoros, dinero y demás pero implementado todo de ello de una forma realmente satisfactoria. 

La historia es también otro pilar fundamental en Bioshock. Te van ofreciendo con cuentagotas todos los detalles del por qué de Rapture, cómo llegó a esa situación y del modo de vida de sus habitantes. Poco hay que comentar ya sobre las Little Sister y los Bid Daddies. Simplemente sublimes desde el punto de vista de guión y diseño. Además, no existe ninguna pausa en la acción para poder disfrutar del argumento al contrario de lo que ocurre en muchos otros juegos coetáneos en los que constantemente hay que detener el progreso para leer diarios o ver vídeos si quieres conocer todos los detalles, lo cual termina haciéndose cargante. Bioshock recoge el estilo Half-Life pero perfeccionándolo, dando como resultado una obra narrativamente casi intachable y un espejo donde se han mirado otros muchos juegos desde entonces.

Apartado visual y sonoro:

Todo este despliegue visual del que ya hemos hablado no sería el mismo sin el gran uso del motor Unreal Engine 3, al cual los chicos de Irrational Games sacaron mushísimo jugo. Cierto es que falta algo más de interacción con los escenarios, que es una de las lacras de este motor gráfico, pero tanto la iluminación como el espectacular uso del bump-mapping, así como la excelente recreación del agua si utilizamos los efectos Directx 10 en PC destacan sobremanera. Todo ello unido al mastodóntico trabajo de dirección artística gracias al cual recrearon Rapture con todo lujo de detalles, hace que nos encontremos ante un título por el cual visualmente no pasan los años y que será siempre digno de admiración. 


A los estupendos gráficos se le unen unos efectos sonoros de ensueño (el gemido de los Big Daddies te acompañará durante semanas), con un buen doblaje al español y una música perfectamente seleccionada sin la cual la ambientación de Bioshock no sería la misma. Excelentes melodías de jazz y soul de los años 50 nos acompañan durante gran parte de la aventura añadiendo ese toque bizarro y vintage que deja una huella imborrable en el jugador. 

Conclusiones:

Como único punto negativo, decir que quizá se echa algo más en falta cierta innovación respecto a su predecesor espiritual System Shock 2, ya que la base jugable es la misma. Pero esto es algo de lo que uno se olvida rápidamente en cuanto el sobrecogedor universo de Rapture nos envuelve. En cualquier caso, si eres aficionado a los videojuegos no puedes dejar de probar Biohsock si todavía no lo has hecho, puesto que es sin duda uno de los mejores shooters en primera persona jamás realizados y uno de los títulos más brillantes de la pasada década.


Calificación:  *****