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lunes, 17 de abril de 2023

Análisis/Review: Silent Hill 4: The Room (PC, 2004) Uno de los Silent Hill más únicos, personales e influyentes. ¡Maravilloso!


Silent Hill 4: The Room, lanzado en 2004 por Konami para PC, PlayStation 2 y Xbox, supuso la cuarta entrega de esta afamada saga de terror y en su época también fue la más cargada de polémica y opiniones divisivas. No en vano, se trata de un punto de inflexión en la franquicia al suponer un cambio importante en términos jugables.

Akira Yamaoka, hasta ahora sólo compositor y diseñador de sonido de las tres anteriores entregas, asumió aquí las labores de dirección de un juego que se desarrolló de forma paralela a Silent Hill 3.

¡Veamos qué tal salió el experimento!



Historia:


La historia de Silent Hill 4 es compleja y a menudo confusa. Pero bueno, esto no deja de ser en cierto modo marca de la casa, sobre todo en sus entregas puramente japonesas, e imagino que es en parte intencionado para aumentar el carácter surrealista del conjunto.

El juego comienza con Henry despertando en su apartamento, incapaz de salir debido a una serie de cadenas misteriosas que bloquean la puerta. Pronto descubre que su habitación se ha convertido en un portal a un mundo alternativo.

A medida que Henry explora este misterioso mundo extrañamente conectado con su ciudad natal, Silent Hill, descubre una trama retorcida que si bien no deja en el jugador una huella tan profunda como la increíble segunda entrega de la saga (con la que está extrañamente conectada en ciertos hilos argumentales), sí que ofrece buenos momentos y unos personajes secundarios memorables.



Jugabilidad:

La jugabilidad de Silent Hill 4 es una mezcla de acción y puzzles, como suele ser habitual en la franquicia. Sin embargo, nos encontramos ante un diseño de juego más lineal que los anteriores al no poder ahora vagar a tus anchas por Silent Hill, sino por una serie de niveles que guardan un orden concreto reduciendo con ello la sensación de amplitud y exploración que sí aportaban los tres juegos previos.

Pero esta linealidad nos llevó justo a uno de los aspectos más destacados, acertados y a la postre diferenciadores del juego que es precisamente el uso de la habitación de Henry como base de operaciones. Los jugadores pueden regresar a este apartamento para guardar su progreso, curar sus heridas y, lo más importante, ver cómo la habitación cambia a medida que avanza la historia ofreciendo algunos de los momentos más memorables. Además, el juego utiliza un sistema de inventario limitado que requiere que los jugadores administren cuidadosamente sus recursos en estos momentos de pausa antes de volver al mundo alternativo.

Sin embargo, el mayor énfasis en elementos como el combate cuerpo a cuerpo y la acción fueron un acierto sólo a medias por culpa de un control tosco y no del todo satisfactorio. Es cierto que una vez te acostumbras el acabar con los enemigos puede resultar hasta divertido, pero digamos que no es su punto fuerte. 

Otra causa de polémica en su día fue la omisión de elementos característicos de la saga como la radio y la linterna, pero sin embargo no se le pueden negar otros aciertos al título como el uso de las armas degradables que recogerían con acierto la siguiente entrega de la saga, Silent Hill: Origins.



Apartado gráfico:

Los gráficos de Silent Hill 4 son oscuros y opresivos, pero sorprendentemente, no tanto como en las anteriores tres entregas de la saga. El diseño de los escenarios está lleno de detalles y cargado de simbolismo, pero no se puede negar que el aspecto del juego es en términos generales más luminoso y quizá por ello también menos terrorífico.

También es un juego que usa más planos fijos que los anteriores, acercándolo visualmente a lo que podría ser un Resident Evil Code Veronica, por hacer una comparación justa.

En cualquier caso, la versión de PC sigue sorprendiendo incluso hoy día por la calidad de las texturas, la iluminación y el diseño artístico. Para ser un juego de 2004, la verdad es que hay que decir que The Room se ve genial, como ya ocurría con la también muy cuidada versión de compatibles (al menos visualmente) de Silent Hill 3.


Apartado sonoro:

La banda sonora, como no podía ser de otra forma, también es impresionante. Akira Yamaoka nos regaló algunos de los mejores temas de la saga (increíble ese Room of Angel), y como siempre nos deleita con esa mezcla suya que se mueve entre la música industrial, el trip-hop, y temas más intimistas de piano y guitarras.

Los efectos sonoros también rayan a un gran nivel, aunque hay que admitir que elementos como las enfermeras y sus famosos eructos son más que cuestionables.

El doblaje en inglés, como no podría ser de otra forma, también es fantástico.





Conclusiones:

Silent Hill 4: The Room es un juego de terror psicológico absorbente que sigue la tradición de la serie en términos de atmósfera opresiva y una historia compleja, pero que a la vez resulta muy diferenciador por su carácter más lineal, más orientado a la acción y que incluso prescinde de elementos característicos de la saga.

En su día el impacto fue mayúsculo para los fans, pero echando la vista atrás nos encontramos con una de las entregas con más personalidad y valentía de la saga, y que se atrevió a incluir elementos como las armas degradables y la cámara en primera persona, éste último un añadido que sin duda fue una inspiración para Kojima a la hora de crear su reputado P.T.

Sí además nos encontramos con un apartado técnico asombroso, una banda sonora memorable y algunos momentos narrativos muy impactantes, Silent Hill 4 es una excelente adición a la serie , muy recomendado para los fanáticos del género de terror.

El Team Silent de KONAMI supo despedirse por la puerta grande, sí señor.


Calificación:  ****


Curiosidades:

- El genial grupo de rock progresivo polaco Riverside le dedicó una canción a este juego: 02 Panic Room, de su estupendo disco "Rapid Eye Movement"


jueves, 13 de abril de 2017

Análisis/Review: Silent Hill 2 (PC, 2002) La historia de amor más trágica jamás contada.

Hay juegos que te cambian la vida. Así de sencillo. Quizá alguien ajena a esta afición no logre entender lo mucho que te puede marcar una experiencia jugable, pero es así.
Y a mí Silent Hill 2 es uno de los juegos que más me han marcado, por muchos motivos. Lo jugué en una etapa de mi vida difícil, y mi torrente de sentimientos encontrados vieron un reflejo especial en este juego. La historia de James me dejó tocado, marcado e impactado. Y esa es una huella imposible de borrar.
Sin embargo, Silent Hill 2 esconde mucho más que una de las mejores historias jamás creadas para un videojuego. Supuso un gran refinamiento de lo que el primer Silent Hill ya había propuesto, nos mostró un ritmo impecable que nos sumerge en una montaña rusa de terror, nos ofreció un apartado técnico sencillamente sublime y la que es quizá una de las mejores bandas sonoras en lo que a videojuegos se refiere.
Pero bueno, mejor vayamos descubriendo poco a poco lo que Silent Hill 2 nos regaló.


Jugabilidad e historia:

Silent Hill 2 no se aparta demasiado de la fórmula del primer juego. De hecho, James se controla prácticamente igual que Harry y presenta más o menos la misma torpeza a la hora de moverse y apuntar de aquél. Hay quien dirá que esto es una decisión artística y jugable propia del Survival Horror, pero la verdad es que cuesta acostumbrarse. Aunque hay que decir que una vez que te haces con los controles, todo va sobre ruedas.

En cuanto al desarrollo en sí, como todos sabemos podemos despachar a los enemigos a base de disparos, armas cuerpo a cuerpo o simplemente huir de ellos. Todas las opciones son válidas, aunque quizá la más satisfactoria es la primera.

Y mientras acabamos (o no) con los enemigos, deberemos ir enfrentándonos a decenas de puzles y acertijos que en esta secuela resultan todavía mejores que en primer juego (aunque ninguno es tan mítico como el famoso puzle del piano) y que cambiarán según el nivel de dificultad elegido. Destaca quizá que pese a la dificultad, son puzles que guardan cierta lógica y que con algo de esfuerzo se pueden superar sin recurrir a guías. Aunque eso dependerá del jugador, claro está.

Pero aquí entra el juego el terror. Porque acabar con engendros y resolver puzles sería más sencillo si no estuviésemos atenazados todo el tiempo por esa sensación de terror que sólo los mejores Silent Hill consiguen crear. Ese miedo a lo desconocido, esa amenaza constante, esos detalles en los escenarios y ese diseño de sonido inigualables... Todo ello hace que Silent Hill 2 supere con creces al primero en cuanto a miedo se refiere, y prácticamente también a todos los juegos que se habían realizado hasta la fecha. De hecho, sólo el gran Silent Hill 3 es capaz de hacerle frente aún a día de hoy.

Terror psicológico en su más pura esencia, ayudado por una historia absolutamente magistral. No voy a desgranar ningún detalle de la misma por si alguien que lea estas líneas todavía no la ha podido disfrutar. Sólo decir que es una maravilla digna de la mejor novela de terror, romántica, oscura y enigmática.

¡De obligado disfrute para cualquier aficionado al terror y a los juegos en general!



Apartado visual y sonoro:


Silent Hill 2 sigue el estilo visual de la primera
entrega donde la niebla (esta vez volumétrica) es
sempiterna, los escenarios están cuidados hasta el más mínimo detalle con el único fin de inquietar, el trabajo de cámaras es desquiciante y la luz juega un papel fundamental. De hecho, Silent Hill 2 destacó por ser el juego que mejor uso de una linterna hizo en su día. Más tarde fue superado por obras como Alan Wake, pero eso ya es otra historia.

En PC sobresale, con respecto a la versión de consolas, la gran calidad de las texturas, unos efectos de luz mejorados y la posibilidad de jugarlo en alta definición, que le sienta como un guante a este título. En mi caso instalé un pequeño mod de SweetFX, que me permitió mejorar aún más los gráficos del título, dando la sensación de que estamos ante un juego bastante avanzado a su tiempo en lo que a gráficos se refiere. Sencillamente maravilloso. Para todos aquellos que estén interesados en este mod aquí dejo en enlace:


En cuanto a dirección artística, genial es el diseño de enemigos de Masahiro Ito que inciden en ciertos aspectos de la personalidad de James y de los personajes secundarios y que encajan perfectamente en la ambientación que nos proponen, así como el ya nombrado diseño de escenarios. Silent Hill 2 destaca por ser especialmente variado en este aspecto, ofreciéndonos los que quizá son los entornos más trabajados de la saga (lo cual también se traduce en ciertos elementos jugables novedosos), junto con los estupendos escenarios del infravalorado Silent Hill 4: The Room.

En cuanto a sonido... ¿Qué puedo decir que no se haya dicho ya de la obra de Akira Yamaoka? Quizá

resaltar que en esta segunda entrega de la franquicia este gran artista se desató completamente en el apartado musical, ofreciéndonos un trabajo tremendamente inspirado, intimista cuando quiere serlo con preciosas melodías de piano y guitarra, misterioso y relajado en otras ocasiones tirando de un estilo algo más trip-hop, y completamente aterrador cuando conviene con sus habituales composiciones industriales que recuerdan un poco a lo que Maurice Jarre creó para La Escalera de Jacob, una de las principales inspiraciones de la saga. En conjunto Silent Hill 2 atesora la que en mi opinión es la mejor banda sonora original jamás compuesta para un Survival Horror, y una de las mejores de todos los tiempos. Absolutamente imprescindible y merecedora de ser disfrutada una y otras vez.
 
Como imprescindible es a su vez prestar atención a los maravillosos efectos sonoros, capaces de ponerte la piel de gallina y que juegan un papel fundamental a la hora de crear ese ambiente tan terrorífico que desprende el juego. Gritos en la lejanía, pasos inesperados, llantos, chirridos, enemigos... Todo es absolutamente fabuloso en cuanto al audio, destacando también un excelente doblaje en inglés, con muchísima personalidad y con actores poco conocidos tal y como suele ser habitual en toda la saga.



Conclusiones:


Silent Hill 2 es una de esas obras en la que una serie de factores que conjugaron a la perfección para crear una de las mejores experiencias del género del terror jamás creadas, incluyendo cine, literatura y videojuegos. La compleja historia desprende una sensibilidad y un amor por el detalle muy fuera de lo común, y termina por otorgar una coherencia aplastante a todo el universo de Silent Hill, mucho más allá de lo que consiguió el primer juego.
 
No es un título perfecto, por esos problemas que todos conocemos en el control, pero una vez que nos adaptamos a los mandos termina siendo un asunto muy nimio ante la enorme calidad que rezuma en todos los demás apartados. Si te adentras en Silent Hill 2 nunca olvidarás la historia de James ni a los personajes que le acompañan, a la vez que disfrutarás de una de las experiencias más terroríficas que jamás ha ideado mente humana alguna, resolverás puzles demenciales y te enfrentarás a enemigos y jefes finales para el recuerdo. Y que además con los ajustes pertinentes presenta en PC su mejor cara.
 
Obra maestra, sin paliativos.
 
 
Calificación:  *****
 

domingo, 12 de marzo de 2017

Análisis/Review: Silent Hill 3 (PC, 2003) Apaga las luces, sube el volumen... Y disfruta del juego más terrorífico jamás creado.

Siempre quiero volver.

Hay algo que me atrae irremediablemente hacia Silent Hill... Al igual que los protagonistas de las diferentes entregas de la saga siento una especie de magnetismo hacia este maldito pueblo que hace que me vuelva a sumergir en sus calles una y otra vez.

Quizá porque como aficionado a los videojuegos de terror, en Silent Hill es donde confluyen gran parte de los elementos que han hecho grande al género. Y precisamente en la tetralogía original del tristemente desaparecido Team Silent es donde mejor y con más profundidad se plasman una serie de virtudes que pocas veces se han vuelto a mostrar desde entonces.

Esta tercera entrega forma parte, sin duda, del olimpo de los videojuegos de terror. Injustamente denostado en ocasiones e infravalorado por la alargada sobra de la magistral segunda entrega de la franquicia, Silent Hill 3 es un juego absolutamente genial, al que no puedo profesar más admiración.

Vamos a desgranar poco a poco sus numerosas virtudes y sus pocos defectos.


Jugabilidad e historia:

Uno de los aspectos más criticables de Silent Hill 3 es su poca evolución jugable con respecto a las
dos entregas anteriores, ya que se controla prácticamente igual (por desgracia) y la forma de enfrentarte a las diferentes situaciones es la misma. Quizá Heather se mueve con algo más de agilidad con respecto a James y Harry, pero el sistema de combate no varía ni un ápice. La variedad de armas es algo mayor, y esto le otorga cierta sensación de evolución, pero no nos engañemos... Silent Hill 3 sigue a pies juntillas los pasos dados por sus antecesores.

De ese modo nos encontramos un juego de disparos en tercera persona con un fuerte peso en la lucha cuerpo a cuerpo. Aunque para ser sinceros, si se juega en modo difícil esquivar a los enemigos supone un elemento tan importante o más que el aniquilarlos si queremos sobrevivir. Aquí entra algo más en juego la verticalidad de los escenarios, que toma peso por primera vez en la saga y que en ocasiones tendremos que tener en cuenta para no precipitarnos al vacío.

Los puzles, por supuesto, son completamente genuinos y originales de esta tercera entrega. Y aunque pueden recordar en estilo a los dos anteriores, son igualmente sorprendentes. En modo fácil y normal los puzles son muy satisfactorios, pero si realmente quieres devanarte los sesos, te recomiendo el modo difícil. ¡Sólo para las mentes más avezadas y pacientes! Yo, por supuesto, acabé tirando de guía...

Y luego está el terror... Sí el terror. ¿Por qué lo incluyo en el apartado jugable? Pues porque en Silent Hill 3 el terror un elemento lúdico más. Te acompaña en todo momento, en ocasiones está a tu servicio y en otros momentos supondrá un brutal obstáculo a tu avance. Hay situaciones, habitaciones, conversaciones... Que están ahí única y exclusivamente para hacerte sentir que tu sangre se hiela en las venas. Y este maldito juego lo consigue. ¡Vaya si lo consigue!

Puede ser que Silent Hill 3 no sea tan rompedor como el original, ni tenga una historia tan maravillosa ni sea tan profundo como Silent Hill 2... Pero  a la hora de provocar terror, se encuentra en la cúspide más absoluta. En ocasiones es incluso demasiado. Si lo juegas en las condiciones adecuadas (solo, con el volumen al máximo, con las luces apagadas) te aseguro que será una experiencia que no olvidarás. Si es que eres capaz de aguantarlo, claro está.

Para este análisis he disfrutado del juego por quinta vez... Y os aseguro que en numerosas situaciones he vuelto a sentir auténtico miedo. De ese que te atenaza, que te provoca un escalofrío que sube por tu espalda, y hace que te aferres a los controles como si tu vida dependiese de ello. Eso es Silent Hill 3. Y lo consigue desde el principio hasta el final.

En cuanto a historia decir que queda claramente por debajo de la segunda parte, pero sin embargo supone una secuela perfecta para la primera y la supera en cuanto a narrativa. El argumento del primer Silent Hill se ve continuado estupendamente aquí y volvemos a conocer personajes para el recuerdo, destacando una protagonista a la cual vemos evolucionar y cambiar a lo largo de la aventura, y que presenta un carisma arrebatador. El personaje de Heather es, sin duda, de lo mejor de toda la franquicia.

¡Los fans la queremos de vuelta!


Apartado visual y sonoro:

He de decir que en PC el juego se ve de auténtico lujo, sobre todo gracias a que el juego soporta nativamente texturas a 4k (se puede seleccionar desde el propio menú), campo de visión ampliado, sombras más detalladas y efectos de iluminación muy mejorados, lo cual le da al conjunto un aspecto espléndido. Cierto que hay que hacer un par de ajustes para conseguir ver el juego en resoluciones panorámicas y algunos detalles más, pero los tutoriales son muy fáciles de encontrar y de seguir. La captura de la izquierda es una muestra fiel de lo que se puede conseguir en compatibles con este juego.

Este gran apartado técnico en PC se ve acompañado de una dirección artística de infarto, que hace que el título mantenga estupendamente el tipo a día de hoy. No digo que no se le noten los años, pero eso no importa gracias a maravilloso trabajo artístico que esconde detrás. Técnicamente, sin duda, me parece el título más meritorio de toda la franquicia, al igual que el diseño de enemigos y escenarios donde el gran Masahiro Ito supo dar lo mejor de sí.

Y lo mismo se puede decir de los efectos sonoros. Un Yamaoka en estado de gracia nos volvió a regalar otra banda sonora magistral y unos efectos sonoros innovadores y realmente terroríficos. Hay enemigos a los que no te quieres encontrar simplemente por no oírlos. Y eso pocos juegos lo pueden conseguir.

Pero la palma se la lleva el sonido ambiente, que nos estremecerá una y otra vez con ruidos inesperados que resultan casi crueles de cara al jugador, y que a la larga resultan tan importantes como los propios gráficos, afectando indirectamente con ello a la jugabilidad.

Una maravilla, vamos.


Conclusiones:

Silent Hill 3 es un juego corto (aunque a la larga se agradece porque anima aún mas a la rejugabilidad), que innova poco con respecto a sus predecesores y que adolece de un control lento y más bien torpe.

Pero a los pocos minutos de juego te olvidarás de todo eso para sumergirte en un mundo de terror que casi no te permite ni un segundo de respiro, donde nada es lo que parece y en el que conocerás personajes geniales, experimentarás una historia profunda y que es una secuela perfecta del Silent Hill original, y donde vivirás situaciones oníricas, surrealistas y genuinamente acongojantes.

Todo ello rematado por un apartado técnico de fábula, que en PC muestra su mejor cara con los ajustes debidos.

Silent Hill 3 es, en definitiva, un auténtico regalo para los fans del terror, que se mantiene fresco como el primer día salvo en los detalles antes comentados, y que nos hace añorar aquellos tiempos en los que Konami mimaba esta franquicia hasta el punto de llevarla hasta lo más alto en lo que a videojuegos de terror se refiere.

Lugar donde Silent Hill 3 siempre ostentará un lugar privilegiado.


Calificación:  *****

miércoles, 8 de marzo de 2017

Análisis/Review: Silent Hill (PSX, 1999) ¿Quién dijo miedo?


De acuerdo, todos sabemos que Silent Hill no fue ni mucho menos el primero. Antes llegaron Alone in the Dark, Resident Evil y otros títulos algo más secundarios que sembraron la semilla del terror en cuanto a videojuegos se refiere.
 
Pero Silent Hill nos introdujo en un mundo de horror sin precedentes, convirtiéndose por derecho propio en el mejor simulador de pesadilla jamás creado. Los que tuvimos la suerte de poder jugarlo en nuestra PlayStation allá por el año 1999 jamás olvidaremos la sobrecogedora experiencia que supuso.
 
Y aún a día de hoy es un juego cuyos méritos no han sido empañados por el transcurso de las casi dos décadas transcurridas desde  su lanzamiento. 
 
 
Jugabilidad e historia:
 
El director Keiichiro Toyama tuvo a bien recoger ciertas influencias literarias y sobre todo cinematográficas que le sentaron como un guante al producto. Para empezar supo plasmar ese ambiente surrealista y onírico que Adrian Lyne creó para la excelente película La Escalera de Jacob, obra que es un absoluto referente a lo largo de toda la saga, con escenas calcadas a la misma incluso en Homecoming, por poner un ejemplo.
 
Otras influencias son el libro de Dean Koontz Phantoms (y su respectiva película) de donde obtienen gran parte de la ambientación del pueblo de marras y la serie de televisión Twin Peaks. El propio Akira Yamaoka reconoce que la música que Angelo Badalamenti creó para esta obra de Daid Lynch supuso una gran influencia para su trabajo en Silent Hill.
 
Con toda esta amalgama de inspiración bien mezclada con grandes de dosis de terror al más puro estilo japonés, no podía salir sino una obra maestra. ¡Y así fue!
 
Cierto que quizá se le puede echar en cara que la mecánica de disparos en tercera persona no está del todo bien implementada, así como el pobre combate cuerpo a cuerpo. Pero tras un breve proceso de adaptación ni tan siquiera este torpe control supone un problema serio para disfrutar a tope de la gran experiencia que supone Silent Hill.
 
La confusa y deslavazada historia (luego se supo que en parte fue todo premeditado) que nos cuenta el juego no hace sino acrecentar esa sensación de desasosiego e irrealidad, así como un tremendo miedo a lo desconocido
 
 
Apartado visual y sonoro:
 
Alone in the Dark se topó de bruces con las limitaciones técnicas propias de su época. Clock Tower
era más bien una experiencia tensa y nada más. Resident Evil se basaba más en el susto fácil y el agobio de enfrentarte a hordas de zombies (y puzles) con pocas garantías. Pero Silent Hill tiene otras aspiraciones a la hora de provocar miedo en el jugador. Y triunfa por goleada sobre todos los videojuegos previos en este aspecto.
 
A ello ayudan también unos gráficos que son bastante más potentes de lo que al principio uno puede suponer. La sempiterna niebla, que realmente esconde mucho menos de lo que aparenta (ahí reside una de las armas psicológicas más efectivas), se reserva un papel importantísimo en el juego. Al igual que el imponente trabajo en las texturas con el fin de recrear cierta dimensión paralela muy conocida para los aficionados a la saga.
 
Silent Hill es un título que como buen producto de terror sabe jugar sus cartas magistralmente. Keiichiro Toyama supo integrar perfectamente la genial banda sonora de Akira Yamaoka con unos efectos de sonido bestiales, que suponen más de la mitad de la experiencia. Caminar por una escuela abandonada a oscuras, atentos a cualquier sonido que pueda venir desde la oscuridad supuso un hito en la historia de los videojuegos.
  
El resultado final es una de las experiencias de terror más efectivas jamás creadas. Muy pocas películas y aún menos libros han conseguido acercarse a Silent Hill a la hora de provocar miedo. Adentrarse en esas calles neblinosas, esa escuela llena de llantos imposibles, ese hospital donde el personal es de todo menos amable... Sigue siendo una experiencia digna de ser vivida al menos una vez en tu vida.
 
Silent Hill no es un juego que se recree ni mucho menos en el gore. No es lo que pretende, y tampoco le hace excesiva falta. A la hora de abatir enemigos salpicarán algo de materia roja (o de otros colores que se pueden seleccionar en el menú de opciones) pero no hay que esperar el contenido de vísceras y desmembramientos presente en otros Survival Horror, sobre todo los más modernos.
 
Lo más desagradable del título, no obstante, nos viene en forma pasiva sobre todo con los decorados de esa dimensión de pesadilla que visitaremos a menudo, con multitud de detalles escabrosos como cuerpos abandonados en camillas tapados con sábanas ensangrentadas o clavados en la pared en actitud vigilante o directamente mutilados, como se puede observar en la imagen acompañante.
 
En ese aspecto nos encontraremos ciertas secciones donde la sangre y las vísceras se utilizan como un elemento decorativo más a la hora de crear terror, siendo la hemoglobina bastante efectiva en este caso. Pero lo dicho, Silent Hill no se recrea ni mucho menos en el splatter.
 
Y mención especial en cuanto a sangre merece la (ojo SPOILER) muerte de cierta enfermera que sin duda es el momento que más saciará vuestra sed.
 
 
Conclusiones:
 
Silent Hill no ofrece el mejor apartado técnico, su sistema de disparos en tercera persona es mejorable, no es demasiado largo pese a su rejugabilidad y su historia es algo confusa aunque tiene detalles absolutamente magistrales. Pero a la hora de crear terror todavía hay muy pocos que le puedan plantar cara.
 
Presenta una gran cantidad de momentos y puzles (como el archiconocido rompecabezas del piano) que forman ya parte de la cultura popular en los videojuegos y se lo ha ganado a pulso. Sencillamente las personas adecuadas se encontraron en el momento idóneo y gracias al apoyo de Konami supieron crear el Survival Horror definitivo.
 
Hazte un favor y juégalo si todavía no lo has hecho.
 
 
 Calificación: *****