Siempre quiero volver.
Hay algo que me atrae irremediablemente hacia Silent Hill... Al igual que los protagonistas de las diferentes entregas de la saga siento una especie de magnetismo hacia este maldito pueblo que hace que me vuelva a sumergir en sus calles una y otra vez.
Quizá porque como aficionado a los videojuegos de terror, en Silent Hill es donde confluyen gran parte de los elementos que han hecho grande al género. Y precisamente en la tetralogía original del tristemente desaparecido Team Silent es donde mejor y con más profundidad se plasman una serie de virtudes que pocas veces se han vuelto a mostrar desde entonces.
Esta tercera entrega forma parte, sin duda, del olimpo de los videojuegos de terror. Injustamente denostado en ocasiones e infravalorado por la alargada sobra de la magistral segunda entrega de la franquicia, Silent Hill 3 es un juego absolutamente genial, al que no puedo profesar más admiración.
Vamos a desgranar poco a poco sus numerosas virtudes y sus pocos defectos.
Jugabilidad e historia:
Uno de los aspectos más criticables de Silent Hill 3 es su poca evolución jugable con respecto a las
dos entregas anteriores, ya que se controla prácticamente igual (por desgracia) y la forma de enfrentarte a las diferentes situaciones es la misma. Quizá Heather se mueve con algo más de agilidad con respecto a James y Harry, pero el sistema de combate no varía ni un ápice. La variedad de armas es algo mayor, y esto le otorga cierta sensación de evolución, pero no nos engañemos... Silent Hill 3 sigue a pies juntillas los pasos dados por sus antecesores.
De ese modo nos encontramos un juego de disparos en tercera persona con un fuerte peso en la lucha cuerpo a cuerpo. Aunque para ser sinceros, si se juega en modo difícil esquivar a los enemigos supone un elemento tan importante o más que el aniquilarlos si queremos sobrevivir. Aquí entra algo más en juego la verticalidad de los escenarios, que toma peso por primera vez en la saga y que en ocasiones tendremos que tener en cuenta para no precipitarnos al vacío.
Los puzles, por supuesto, son completamente genuinos y originales de esta tercera entrega. Y aunque pueden recordar en estilo a los dos anteriores, son igualmente sorprendentes. En modo fácil y normal los puzles son muy satisfactorios, pero si realmente quieres devanarte los sesos, te recomiendo el modo difícil. ¡Sólo para las mentes más avezadas y pacientes! Yo, por supuesto, acabé tirando de guía...
Y luego está el terror... Sí el terror. ¿Por qué lo incluyo en el apartado jugable? Pues porque en Silent Hill 3 el terror un elemento lúdico más. Te acompaña en todo momento, en ocasiones está a tu servicio y en otros momentos supondrá un brutal obstáculo a tu avance. Hay situaciones, habitaciones, conversaciones... Que están ahí única y exclusivamente para hacerte sentir que tu sangre se hiela en las venas. Y este maldito juego lo consigue. ¡Vaya si lo consigue!
Puede ser que Silent Hill 3 no sea tan rompedor como el original, ni tenga una historia tan maravillosa ni sea tan profundo como Silent Hill 2... Pero a la hora de provocar terror, se encuentra en la cúspide más absoluta. En ocasiones es incluso demasiado. Si lo juegas en las condiciones adecuadas (solo, con el volumen al máximo, con las luces apagadas) te aseguro que será una experiencia que no olvidarás. Si es que eres capaz de aguantarlo, claro está.
Para este análisis he disfrutado del juego por quinta vez... Y os aseguro que en numerosas situaciones he vuelto a sentir auténtico miedo. De ese que te atenaza, que te provoca un escalofrío que sube por tu espalda, y hace que te aferres a los controles como si tu vida dependiese de ello. Eso es Silent Hill 3. Y lo consigue desde el principio hasta el final.
En cuanto a historia decir que queda claramente por debajo de la segunda parte, pero sin embargo supone una secuela perfecta para la primera y la supera en cuanto a narrativa. El argumento del primer Silent Hill se ve continuado estupendamente aquí y volvemos a conocer personajes para el recuerdo, destacando una protagonista a la cual vemos evolucionar y cambiar a lo largo de la aventura, y que presenta un carisma arrebatador. El personaje de Heather es, sin duda, de lo mejor de toda la franquicia.
¡Los fans la queremos de vuelta!
Apartado visual y sonoro:
He de decir que en PC el juego se ve de auténtico lujo, sobre todo gracias a que el juego soporta nativamente texturas a 4k (se puede seleccionar desde el propio menú), campo de visión ampliado, sombras más detalladas y efectos de iluminación muy mejorados, lo cual le da al conjunto un aspecto espléndido. Cierto que hay que hacer un par de ajustes para conseguir ver el juego en resoluciones panorámicas y algunos detalles más, pero los tutoriales son muy fáciles de encontrar y de seguir. La captura de la izquierda es una muestra fiel de lo que se puede conseguir en compatibles con este juego.
Este gran apartado técnico en PC se ve acompañado de una dirección artística de infarto, que hace que el título mantenga estupendamente el tipo a día de hoy. No digo que no se le noten los años, pero eso no importa gracias a maravilloso trabajo artístico que esconde detrás. Técnicamente, sin duda, me parece el título más meritorio de toda la franquicia, al igual que el diseño de enemigos y escenarios donde el gran Masahiro Ito supo dar lo mejor de sí.
Y lo mismo se puede decir de los efectos sonoros. Un Yamaoka en estado de gracia nos volvió a regalar otra banda sonora magistral y unos efectos sonoros innovadores y realmente terroríficos. Hay enemigos a los que no te quieres encontrar simplemente por no oírlos. Y eso pocos juegos lo pueden conseguir.
Pero la palma se la lleva el sonido ambiente, que nos estremecerá una y otra vez con ruidos inesperados que resultan casi crueles de cara al jugador, y que a la larga resultan tan importantes como los propios gráficos, afectando indirectamente con ello a la jugabilidad.
Una maravilla, vamos.
Conclusiones:
Silent Hill 3 es un juego corto (aunque a la larga se agradece porque anima aún mas a la rejugabilidad), que innova poco con respecto a sus predecesores y que adolece de un control lento y más bien torpe.
Pero a los pocos minutos de juego te olvidarás de todo eso para sumergirte en un mundo de terror que casi no te permite ni un segundo de respiro, donde nada es lo que parece y en el que conocerás personajes geniales, experimentarás una historia profunda y que es una secuela perfecta del Silent Hill original, y donde vivirás situaciones oníricas, surrealistas y genuinamente acongojantes.
Todo ello rematado por un apartado técnico de fábula, que en PC muestra su mejor cara con los ajustes debidos.
Silent Hill 3 es, en definitiva, un auténtico regalo para los fans del terror, que se mantiene fresco como el primer día salvo en los detalles antes comentados, y que nos hace añorar aquellos tiempos en los que Konami mimaba esta franquicia hasta el punto de llevarla hasta lo más alto en lo que a videojuegos de terror se refiere.
Lugar donde Silent Hill 3 siempre ostentará un lugar privilegiado.
Calificación: *****
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