Tras largos años de espera y otros tantos más de desarrollo que a los fans de los shooters en primera persona se nos hicieron interminables, por fin los chicos de id Software lanzaron la tercera parte de sus saga más aclamada en 2004. Un apartado técnico de infarto, mucho más terrorífico de lo esperado, largo, bastante completo... Pero que pese a todo, no termina de ser el Doom definitivo que muchos esperaban.
Jugabilidad e historia:
¿Y cuál es el problema? Pues una sorprendente falta de ambición y mucho conformismo, que hacen que el juego no aporte nada realmente destacable al género de los shooters... Cierto que Carmack y compañía fueron muy fieles al estilo de los dos juegos anteriores, y eso es de agradecer ya que no se pierden para nada las señas de identidad de la saga. ¡Pero es que jugar a Doom 3 es prácticamente como jugar al primer Doom con un motor gráfico renovado! El estilo de juego es calcado... Así que si ya conoces los anteriores juegos, aquí no encontrarás casi ninguna sorpresa en cuanto a jugabilidad.
Además el juego se hace bastante repetitivo a partir de la mitad de la campaña, momento en el que te das cuenta de que la variedad que promete al principio se anula por la repetición de los mismos enemigos, los mismos sustos, los mismos escenarios... Así que al final acabas jugando casi por inercia y para conocer el desenlace más que porque realmente el juego consiga atraparte. Y es una pena, ya que con un par de mecánicas diferentes y algo más de variedad podría haber dado mucho más de sí.
Y eso nos lleva a hablar de la historia, que si bien no es realmente mala (es un remake del primer Doom, no nos olvidemos) sí que adolece de un ritmo narrativo bastante torpe que nos obliga a pausar una y otra vez la acción para leer tediosos documentos que tampoco es que aporten demasiado. En ese aspecto se ve ampliamente superado por juegos anteriores como el propio Half-Life o Halo.
Apartado visual y sonoro:
Es un juego con unos gráficos demodelores, eso no se puede negar. Aún con sus deficientes texturas, las cuales carecen de la resolución necesaria incluso con el juego al máximo en todo, el apartado técnico raya un nivel altísimo. Cierto que ha sido superado ampliamente por juegos posteriores, pero Doom 3 jugado al máximo aún sorprende hoy día, gracias a la impresionante iluminación y al derroche de efectos visuales que despliega.
Como único defecto quizá la poca interactividad que presentan los escenarios, aunque ya sabemos que suele ser la tónica habitual y uno de los puntos más flojos de los juegos de id en general.
De 10 también es el apartado sonoro... Tanto las siniestras melodías, que casi pasan desapercibidas pero que en realidad juegan un papel fundamental, como sobre todo los magníficos efectos sonoros, realmente espeluznantes. Así que el sonido, junto a los macabros gráficos, terminan de recrear una ambientación de película, muy conseguida y terrorífica.
Conclusiones:
Pero bueno... Aceptemos a Doom 3 como el pequeño clásico que es: un homenaje a los fans de Doom de toda la vida que pudieron ver a esta saga convertirse de nuevo en baluarte de lo que un PC era capaz de hacer allá por 2004, ya que fue junto a Far Cry y Half Life 2 (y Painkiller también, para ser justos) el juego que nos introdujo los gráficos que veríamos en la séptima generación de consolas.
Es sin duda el Doom más terrorífico, el más potente técnicamente y el más largo... Pero no el mejor. ¿Quizá la próxima vez?
Calificación: ****
No hay comentarios:
Publicar un comentario