F.E.A.R. supuso el espaldarazo definitivo para Monolith, una compañía que venía haciendo las cosas muy bien desde sus inicios pero que no conseguía despegar del todo. Un juego espectacular donde los haya, con algunas mecánicas novedosas en cuanto a la forma de encarar la acción y unas dosis de terror sorprendentemente efectivas.
Unos meses más tarde le llegó el turno a su primera expansión, que si bien no sorprende tanto como el original al menos sí que consigue mantener el tipo y ofrecernos más de lo mismo, aunque desgraciadamente no mejor.
TimeGate Studios, los responsables en parte del fiasco de Alien: Colonial Marines, consiguieron hacer un trabajo aceptable pese a todo.
Jugabilidad e historia:
La historia retoma el final del primer juego para ponernos de nuevo en la piel de Point Man. Y para hacer honor a la saga, es ciertamente confusa y difícil de seguir. Vamos, que no es sino una mera excusa para otra buena ración de sustos y tiroteos.
Y la jugabilidad sigue a pies juntillas lo visto en el juego original, salvo la adición de tres nuevas armas y una torreta, que es bastante divertida de utilizar. Quizá los tiroteos son incluso más intensos y peliagudos, pero nada realmente diferenciador. Eso sí, la diversión está garantizada si le perdonas lo repetitivo que puede llegar a ser.
Lo que sí que se pierde es esa tensión constante en el jugador ya que obviamente TimeGate no tienen la capacidad de Monolith a la hora de afrontar el terror, por lo que el juego queda algo cojo en este aspecto.
Apartado visual y sonoro:
Los gráficos son exactamente iguales que en F.E.A.R., por lo que no hay nada que añadir en este aspecto. Quizá destacar algunas localizaciones novedosas y la siempre sorprendente calidad de las texturas que consigue el más que competente motor de Monolith, pero poco más.
Eso sí, siempre es un placer ver reventar los cuerpos de los enemigos y las espectaculares explosiones en tiempo bala. En ese aspecto es un juego que ha envejecido bastante bien.
El sonido es tan apabullante como siempre, y la música de Nathan Grigg soberbia, como en toda la saga. ¡Qué gran adición la de este hombre! La franquicia no hubiese sido lo mismo sin sus partituras potentes y evocadoras. Los tiroteos ganan mucho con sus composiciones.
Y aunque sin llegar al excelso nivel de F.E.A.R. 2, en estas expansiones Grigg también hizo un muy buen trabajo.
Conclusiones:
Si te gustó el primer F.E.A.R. y quieres más de lo mismo, Extraction Point calmará tu sed. No ofrece casi nada nuevo, y la historia es olvidable y ni tan siquiera canon para la saga, pero sin duda merece la pena para los fans.
Aunque eso sí, personalmente me gusta más Perseus Mandate.
Calificación: ***
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