Tras el bombazo que supuso el primer Modern Warfare y el éxito de World at War, Infinity Ward volvió a dar en el clavo desde el punto de vista comercial con este Modern Warfare 2 que recupera parte de las virtudes del primero pero que en mi opinión no consigue alcanzar la gran calidad de su campaña ni aportar realmente nada nuevo o sorprendente.
Aquí nos encontramos con explosiones a raudales, un ritmo rápido, un estilo muy cinematográfico pero poca profundidad jugable, enemigos muy previsibles y una falta de libertad total que en ocasiones nos proporcionará la sensación de ir sobre raíles durante toda la (corta) campaña.
La sensación que queda al final es que has asistido a un espectáculo ciertamente vacío, como en las peores películas de Michael Bay (y que conste que es un director que me gusta bastante), en el que te marean con pirotecnia propia de una gran superproducción para dar la sensación de que no has visto nada igual, pero en la que finalmente los personajes, la historia y el trasfondo se resienten sin remedio.
Pero bueno, vayamos desgranando poco a poco lo que nos ofreció este Modern Warfare 2.
Jugabilidad e historia:
Como ya he indicado antes, Infinity Ward multiplicó los efectos especiales en esta secuela elevando la megalómana orientación de la acción hasta límites insospechados, pero perdiendo parte de la frescura por el camino. De ese modo tenemos secciones más cerradas que en la primera entrega, enemigos exactamente igual de imbéciles que se esconden detrás de coberturas y poco más, así como un intento de otorgar variedad al desarrollo con el uso de armas dirigidas y demás experimentos que funcionan de un modo un tanto irregular.
Al final nos encontramos un juego que en todo momento da la sensación de estar demasiado encorsetado, donde todo pasa porque tiene que pasar así independientemente de las acciones del jugador, en el que tus compañeros están de mera comparsa y donde la estrategia se resumen en intentar evitar los disparos de los enemigos y esperar que saquen la cabecita para regalarles el disparo en la cabeza de turno. Eso sí, todo bajo un envoltorio de frenetismo y espectacularidad tremendos... Pero que desgraciadamente esconde poco detrás, como ya he remarcado en la introducción.
En cuanto a historia, volvemos a encontrarnos la deslavazada narrativa típica de la saga que mientras que en las primeras entregas tenía más o menos sentido, en casos como este Modern Warfare 2 sólo aumenta la confusión y hace que no nos enganchemos en ningún momento a lo que se nos cuenta. Las relaciones con el primer juego son palpables en cuanto a personajes y enemigos, y eso es lo más atractivo.
Por lo demás, el hilo argumental es bastante olvidable... Y de hecho se olvida en un santiamén.
Apartado visual y sonoro:
Modern Warfare 2 es un juego que evoluciona el motor de Call of Duty 2 pero que al menos en PC
no ofrece una evolución demasiado palpable con respecto a aquél. Destacan algunos efectos de luz mejorados así como los efectos especiales en los que arden y se derrumban elementos del escenario... Aunque todo ello con nula interactividad. Los escenarios responden muy poco a las acciones del jugador, quedando en este aspecto el juego muy por debajo de lo visto en otros títulos coetáneos como Crysis o el propio Battlefield Bad Company.
El atronador sonido sí que destaca por encima de la media, ofreciéndonos un producción sonora de lujo. Lo mejor del título, como suele ser habitual en la saga Duty.
En cuanto a la banda sonora, nos encontramos al compositor Lorne Balfe que hace notar su papel de colaborador habitual de Hans Zimmer con una música contundente, rítmica y con ínfulas de blockbuster que sin ser de una calidad excelsa, al menos acompaña bien a la constante acción de la campaña. Lejos quedan los tiempos de las maravillosas partituras de las primeras entregas de la saga obra de grandes como Michael Giaccino o Graeme Revell, pero Balfe más o menos mantiene el tipo.
Conclusiones:
Modern Warfare 2 ofrece mucha pirotecnia, acción sin pausa y tiros a mansalva. Pero todo ello dentro de una jugabilidad muy rígida, que abusa descaradamente de scripts y que hace gala de una inteligencia artificial mediocre, restando todo ello gran parte de la diversión al juego. Es curioso ver cómo una campaña tan corta se termina haciendo pesada a partir de la mitad de la misma... Ese mérito hay que reconocérselo a Infinity Ward, sin duda.
Pero bueno, para echar unas cinco y seis horitas de desconexión, olvidándote de la historia y disparando enemigos que parecen patos de feria mientras todo explota a tu alrededor, la campaña de Modern Warfare 2 no está mal del todo. Aunque sea por la famosa fase "Nada de Ruso", que es sin duda lo mejor de todo el juego.
Para jugar y olvidar, sin más.
Calificación: ***
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