sábado, 18 de febrero de 2017

Análisis/Review: Medal of Honor (PSX, 1999) El placer de matar nazis.

Con permiso del inolvidable Wolfenstein 3D, Medal of Honor supuso el nacimiento de los shooters en primera persona realistas ambientados en la Segunda Guerra Mundial.
Y lo hizo en PlayStation y apadrinado ni más ni menos por Steven Spielberg, que no sólo ejerció las labores de productor sino que también ayudó a crear el juego con la experiencia acumulada tras sus numerosas películas de ambientación similar (Salvar al Soldado Ryan, sin ir más lejos) De hecho, él ideó el argumento principal del juego, pese a que el guion fue escrito por Peter Hirschmann.


Veamos qué fue lo que salió de este experimento.




Jugabilidad e historia:

Hoy en día, lo primero que llama la atención desde el punto de vista jugable en Medal of Honor es el encorsetamiento que nos supuso las limitaciones técnicas de PlayStation. Allá por el año 1999 quizá no éramos tan conscientes de este asunto, pero actualmente nos sorprende el hecho de que todas las misiones transcurran de noche o en interiores, debido a la dificultad que presentaba la blanca de Sony para crear amplios escenarios o fondos creíbles.

A esta limitación en cuanto a ambientación también se le une el limitado número de personajes que pueden aparecer en pantalla, lo cual puede chocar al tratarse de un juego bélico donde se presupone que las explosiones y los tiroteos masivos son la norma. En Medal of Honor no encontramos nada de eso. ¿Entonces cómo solventó el equipo de desarrollo esta barrera técnica tan evidente?

Pues creando un shooter en primera persona donde la infiltración y los enfrentamientos a pequeña
escala con la norma. Aquí brillan por su ausencia todos esos tiroteos masivos que se le presuponen a un juego ambientado en la Segunda Guerra Mundial y que más tarde se convertirían en la norma, sino que habitualmente nos tendremos que ir adentrando en intrincados y laberínticos escenarios donde encontrar los objetivos que en cada misión nos son encomendados, consultando para ello el mapa constantemente y memorizando recovecos por los que ya has pasado. Aunque no nos llevemos a engaño... El juego es bastante lineal.

Y el resultado es sin embargo bastante satisfactorio pese a la incapacidad de PSX de mostrar la Segunda Guerra Mundial tal y como se merecía. Los tiroteos resultan divertidos, las torretas son contundentes y las fases de infiltración son incluso ingeniosas. A la larga el juego termina por hacerse un tanto repetitivo y por ende pesado, a lo que se une una campaña que no es precisamente breve. Pero no es nada que no se arregle con un poco de paciencia. Y merece la pena ya que algunas de las últimas misiones son las mejores.

En cuanto a guion desgraciadamente tenemos que decir que el juego se queda bastante cojo, al ofrecernos un batiburrillo de misiones heroicas al más puro estilo yanqui junto con una subtrama de guerrilleros franceses que no termina de funcionar en ningún momento. Buen intento, Spielberg... Pero se nota por qué no escribes los guiones de tus películas.

Apartado visual y sonoro:

Ya he hablado en demasía del apartado visual del juego, así que ofreceré sólo algunas pinceladas más de los gráficos como el mentar las muy logradas animaciones, con un sistema de colisiones vistoso para la época que hacía reaccionar a los enemigos de forma diferente según en la parte del cuerpo que les alcanzaras, y detalles muy interesantes como que le puedas arrancar el casco a los soldados de la cabeza de un disparo. Las explosiones también tienen buena pinta.

No se puede decir lo mismo de las texturas y modelados, pero no olvidemos que se trata de una PSX.

En cuanto a apartado sonoro sí que podemos asegurar que Medal of Honor es absolutamente soberbio. No sólo la genial banda sonora de Michael Giaccino está por encima de la media, con temas muy bien compuestos que más tarde rondarán por tu cabeza, sino por los estupendos efectos sonoros que recrean muy bien el sonido de las armas, los alaridos de los alemanes al ser atacados y las contundentes explosiones. Sobresaliente.

Conclusiones:

La Segunda Guerra Mundial eclosionó por fin en el mundo de los videojuegos gracias a este Medal of Honor en 1999. Hoy día su jugabilidad está bastante superada sobre todo porque ésta se tuvo que ajustar a las obvias limitaciones técnicas de PSX, pero aún así resultad un shooter satisfactorio que ofrecerá unas cuantas horas de diversión, peses a su falta de sorpresas más allá de las dos o tres primeras horas de juego.

Gráficamente cumple, sonoramente es soberbio y la duración es adecuada, pese a que finalmente termina por hacerse demasiado largo. En cualquier caso, si te gustan los juegos de disparos ambientados en conflictos bélicos antiguos, no puedes dejar de probar este Medal of Honor, ya que sentó las bases de muchos aspectos que hoy día son fundamentales en este tipo de juegos.

Recomendado.



Calificación: ****

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