Jugar a este juego me ha provocado un cúmulo de sensaciones encontradas. Por un lado, tenemos un título refinado, con una jugabilidad bastante acertada, divertido y con una historia que engancha gracias a la relación entre sus dos principales personajes.
Pero por otro lado dicha relación hace aguas por todos lados cuando a lo largo de la aventura comprobamos que se trata de dos asesinos en serie salvajes que con tal de sobrevivir acaban impunemente con la vida de cientos de personas. Quizá esas personas se lo merecían, quizá no, pero el caso es que todo atisbo de credibilidad se ve truncado con el transcurso de las horas.
Quizá fue culpa de la propia Naughty Dog que no supo desprenderse del corsé del shooter en tercera persona, que es al fin y al cabo el género al que se adscribe The Last of Us, pero el caso es que el juego me ha dejado una sensación extraña, de una narrativa truncada, de una oportunidad perdida.
Veamos qué fue lo que pasó...
Jugabilidad e historia:
Como ya he comentado, The Last of Us se trata de un shooter en tercera persona, con cierta importancia también en los ataques cuerpo a cuerpo. Y al contrario de las tres primeras entregas de la saga Uncharted, el sigilo sí que está bien implementado, resultando igualmente satisfactorio acabar con zombis y humanos a tiro limpio o atacando vilmente por la espalda.
Luego aparece el tema de la fabricación de armas, que no está nada mal, así como una cierta progresión del personaje que te da un muy leve toque RPG al juego. También tendremos que sortear ciertos obstáculos en el escenario resolviendo puzles sencillísimos que el juego no duda en ningún momento en resolverte rápidamente si te quedas un poquito atascado.
Y aquí es donde aparece uno de los primeros problemas de The Last of Us... Es un juego que te lleva de la manita durante toda la campaña. Incluso cerca del final te aparecen mensajes en la pantalla diciéndote que uses un botiquín si te queda poca salud. Es decir... Es un juego que trata al jugador como si éste fuera gilipollas. Y eso es algo que me cabrea.
Es como si en Naughty Dog tuvieran miedo de la frustración del jugador, queriendo evitarla a toda costa. Por un lado nos ofrecen una historia adulta, dura y con muchos matices, pero jugablemente nos tratan como si fuésemos niños de parvulario. Pero bueno... Puede ser que sea un signo del tiempo que nos toca vivir y que puede ser que esto cambie a raíz de juegos como Breath of the Wild.
En cuanto a historia, pues más o menos lo que ya he apuntado... Originalidad más bien poca. El argumento toma elementos de The Road, Apocalipsis de Stephen King, Dawn of the Dead y otras obras con ambientación post-apocalíptica similar. Nada nuevo bajo el sol.
Pero lo más potente es la relación entre Joel y Ellie, al fin y al cabo. Y aquí es donde no me termina de cuadrar la propuesta de Naughty Dog, ya que si bien se nos intenta vender la imagen de dos seres bondadosos y con capacidad de amar, por otro lado los vemos actuar como auténticos asesinos despiadados y brutales con los que es difícil empatizar realmente. Es como si la propuesta jugable no casara del todo con el guion, creando una disociación ludo-narrativa importante.
Ni tan siquiera el enigmático y adecuado final consigue arreglar del todo la sensación de incoherencia que nos acomete mientras jugamos. Una pena, ya que creo que con otro enfoque jugable la historia de Ellie y Joel hubiera funcionado mucho mejor. Pero tenía que ser un maldito shooter en tercera persona... Puede ser que fuera porque es lo que vendía en la pasada generación, o puede ser que Naughty Dog está tan encasillada en ese género que no es capaz de desprenderse del todo del mismo, pero el caso es que en mi opinión es una elección de diseño cuestionable.
Apartado visual y sonoro:
Entiendo que en el momento y en la plataforma en la que salió, The Last of Us fuera tan alabado en su día. Pero cuatro años después de su lanzamiento y estando acostumbrados a los gráficos de PC, la verdad es que visualmente el juego es bastante mediocre. Ciertas texturas son paupérrimas (esos árboles y vegetación, penosos), hay popping evidente en ciertas personas, dientes de sierra que hacen daño a la vista, en ocasiones algunos objetos se materializan frente a tus narices sin motivo aparente... Y lo más grave de todo es que tenemos un frame rate inestable que afecta a la jugabilidad.
En los momentos en los que aparecen más enemigos en pantalla o encontramos elementos como el agua o el fuego, el juego petardea hasta los límites de lo jugable. No es un drama, pero afecta al control y lastra bastante el conjunto.
Otra cosa es el diseño de escenarios y la dirección artística, que son muy buenas. Destacan los diferentes ambientes en los que se mueven los personajes, así como la gran cantidad de detalles que presentan los escenarios. También en cuanto a diseño tenemos unas animaciones realmente buenas de personajes principales (los secundarios no tanto) así como unas expresiones faciales sobresalientes.
Es por ese modo que The Last of Us es un juego con un diseño visual abrumador, pero tremendamente lastrado por las limitaciones técnicas de PlayStation 3 y que a día de hoy presenta un apartado técnico deficiente.
Pero todo lo contario ocurre con el diseño de sonido y el apartado musical. Tenemos unos efectos sonoros sencillamente estupendos (se notan las posibilidades económicas del estudio) en los que destacan los sonidos de las criaturas, ciertamente originales, así como un doblaje (he jugado en inglés) magistral, donde destaca la gran interpretación de Troy Baker como Joel.
Y qué decir de la música de Gustavo Santaolalla... Es, a mi gusto, lo mejor de todo el juego y recordará a los que gustaron de otras obras del compositor como Brokeback Mountain. Es una banda sonora contenida, intimista y tremendamente adecuada. Este juego no sería lo misma sin las partituras de Santaolalla y es sin duda uno de sus elementos más diferenciadores. Magistral.
Conclusiones:
The Last of Us es un juego de grandes contrastes. Por un lado nos encontramos con unos gráficos muy limitados y con problemas graves, pero que presentan un diseño artístico sensacional. Es un juego que se maneja muy bien y fácil de controlar, pero que a la vez resulta demasiado sencillo, con una inteligencia artificial pobre y que deja poca capacidad de decisión al jugador. Conocemos a dos personajes muy carismáticos pero que no encajan desde mi punto de vista con la ensalada de tiros y los cientos de asesinatos que cometen durante todo el juego.
El resultado final es satisfactorio, y constituye una experiencia que difícilmente se olvida. Pero que está lejos del estatus de obra maestra, salvo en el apartado musical y sonoro, que son sin duda lo mejor de todo el conjunto.
No sé qué pasará con la segunda entrega... Pero si Naughty Dog siguen empeñados en hacer shooters en tercera persona, no creo que veamos una evolución demasiado palpable. Lo cual es una auténtica pena.
Calificación: ***
Ni tan siquiera el enigmático y adecuado final consigue arreglar del todo la sensación de incoherencia que nos acomete mientras jugamos. Una pena, ya que creo que con otro enfoque jugable la historia de Ellie y Joel hubiera funcionado mucho mejor. Pero tenía que ser un maldito shooter en tercera persona... Puede ser que fuera porque es lo que vendía en la pasada generación, o puede ser que Naughty Dog está tan encasillada en ese género que no es capaz de desprenderse del todo del mismo, pero el caso es que en mi opinión es una elección de diseño cuestionable.
Apartado visual y sonoro:
Entiendo que en el momento y en la plataforma en la que salió, The Last of Us fuera tan alabado en su día. Pero cuatro años después de su lanzamiento y estando acostumbrados a los gráficos de PC, la verdad es que visualmente el juego es bastante mediocre. Ciertas texturas son paupérrimas (esos árboles y vegetación, penosos), hay popping evidente en ciertas personas, dientes de sierra que hacen daño a la vista, en ocasiones algunos objetos se materializan frente a tus narices sin motivo aparente... Y lo más grave de todo es que tenemos un frame rate inestable que afecta a la jugabilidad.
En los momentos en los que aparecen más enemigos en pantalla o encontramos elementos como el agua o el fuego, el juego petardea hasta los límites de lo jugable. No es un drama, pero afecta al control y lastra bastante el conjunto.
Otra cosa es el diseño de escenarios y la dirección artística, que son muy buenas. Destacan los diferentes ambientes en los que se mueven los personajes, así como la gran cantidad de detalles que presentan los escenarios. También en cuanto a diseño tenemos unas animaciones realmente buenas de personajes principales (los secundarios no tanto) así como unas expresiones faciales sobresalientes.
Es por ese modo que The Last of Us es un juego con un diseño visual abrumador, pero tremendamente lastrado por las limitaciones técnicas de PlayStation 3 y que a día de hoy presenta un apartado técnico deficiente.
Pero todo lo contario ocurre con el diseño de sonido y el apartado musical. Tenemos unos efectos sonoros sencillamente estupendos (se notan las posibilidades económicas del estudio) en los que destacan los sonidos de las criaturas, ciertamente originales, así como un doblaje (he jugado en inglés) magistral, donde destaca la gran interpretación de Troy Baker como Joel.
Y qué decir de la música de Gustavo Santaolalla... Es, a mi gusto, lo mejor de todo el juego y recordará a los que gustaron de otras obras del compositor como Brokeback Mountain. Es una banda sonora contenida, intimista y tremendamente adecuada. Este juego no sería lo misma sin las partituras de Santaolalla y es sin duda uno de sus elementos más diferenciadores. Magistral.
Conclusiones:
The Last of Us es un juego de grandes contrastes. Por un lado nos encontramos con unos gráficos muy limitados y con problemas graves, pero que presentan un diseño artístico sensacional. Es un juego que se maneja muy bien y fácil de controlar, pero que a la vez resulta demasiado sencillo, con una inteligencia artificial pobre y que deja poca capacidad de decisión al jugador. Conocemos a dos personajes muy carismáticos pero que no encajan desde mi punto de vista con la ensalada de tiros y los cientos de asesinatos que cometen durante todo el juego.
El resultado final es satisfactorio, y constituye una experiencia que difícilmente se olvida. Pero que está lejos del estatus de obra maestra, salvo en el apartado musical y sonoro, que son sin duda lo mejor de todo el conjunto.
No sé qué pasará con la segunda entrega... Pero si Naughty Dog siguen empeñados en hacer shooters en tercera persona, no creo que veamos una evolución demasiado palpable. Lo cual es una auténtica pena.
Calificación: ***